Seguramente muy pocos peruanos de mi generación, y menos de las anteriores, pudieron vislumbrar una oportunidad para el siempre postergado desarrollo nacional, como el megapuerto de Chancay. ¿Cómo imaginar que una pequeña ciudad y puerto, a 78 kilómetros de Lima iría a convertirse en el siglo XXI, por obra y gracia de la inversión china y nacional, en un gigantesco complejo portuario, referente para toda la región, un hito y una revolución para el comercio con los ultra dinámicos mercados asiáticos?
Pero este complejo de 15 muelles, infraestructura robótica, de servicios logísticos y un túnel de 2 kilómetros de largo, es hoy ya una realidad. Con los pies en la tierra, podemos igualmente pensar que si se atraen capitales norteamericanos, el proyecto del megapuerto de Corío, otra colosal infraestructura multimodal capaz de integrar diferentes medios de transporte terrestre, ferroviario y aéreo, será también realidad, hay mucho que hacer, sí, pero menos que lo que fue cristalizar Chancay. Ya no necesitamos soñar, solo planificar inteligentemente nuestro futuro. Las herramientas existen. ¡Es imperativo hacerlo!
Lo paradójico es que hoy tenemos estas magníficas ventanas al futuro, experimentando, desde hace casi una década una suerte de gobiernos “pigmeos” en el Perú. Eso es lo que en realidad es la “administración” de la señora Dina Boluarte, arrogándose realizaciones que no son suyas, sino de la dinámica propia de la visión de otros y de grandes potencias que ven en el Perú, más allá de ella, una real potencialidad. ¿Por qué pigmeo este gobierno? Porque es incapaz de ponerse a la altura de las circunstancias, y solo sabe acomodarse a codazos para tomarse la foto que registre su sacha “éxito”. Boluarte y su orquesta pueden creer que ofrecen un concierto, pero lo que escuchamos es una grabación de otros, cual play back oportunista.
Tenemos un gran futuro a condición de que terminen estas paradojas y que una nueva clase política, un nuevo liderazgo, una nueva mentalidad nacional, asuma la tarea histórica de conducir los destinos del Perú…¡sí podemos hacerlo!