La presidenta Dina Boluarte parte hoy a Suiza para participar en el Foro Económico Mundial que cada año se lleva a cabo en la ciudad de Davos, y saludamos que la mandataria esté presente en este evento. Hay viajes que sí son necesarios para el país. Sin embargo, creemos que antes de irse ha debido renovar su gabinete ministerial que está haciendo agua por todos lados, desde hace tiempo.

La presencia de Juan José Santiváñez, como lo hemos señalado ayer en este espacio, es insostenible por la ola de violencia que él mismo ha reconocido y por los líos en que anda metido. Otro que tendría que irse es Julio Demartini, a cargo de la cartera de Desarrollo e Inclusión Social. El escándalo de Qali Warma debió significar su salida hace varios meses, pero allí está, nadie lo mueve, con todo el costo político que esto implica.

Otro que no suma, sino que más bien es un latres, es Morgan Quero, titular de Educación, quien lamentablemente hace noticia por sus desatinadas expresiones propias de un político inexperto, en lugar de por llevar a cabo una eficiente gestión para tratar de que la educación pública sea un servicio de calidad para los niños y jóvenes más pobres.

Al no haberse producido cambios, nos queda la esperanza, aunque remota de que las bajas temperaturas reinantes en Davos permitan a la presidenta Boluarte reflexionar con cabeza fría sobre la necesidad de refrescar el equipo ministerial, al menos en las tres carteras mencionadas. Será una forma de oxigenar su gobierno al que aún le queda año y medio de vigencia, en teoría.