Si bien el Tribunal Constitucional (TC) anuló la sentencia en su contra por el caso Aeródromo Wanka, esto no significa que el máximo intérprete de la Carta Marga haya determinado que el prófugo Vladimir Cerrón Rojas sea inocente de los delitos que se le han imputado en este proceso y mal haría el no habido en celebrar esta determinación como un triunfo de su defensa.
El Tribunal ha determinado que la corte de Junín que condenó a Cerrón Rojas por delitos ligados a la corrupción no especificó el delito imputado al fundador de Perú Libre ni tampoco sustentó adecuadamente por qué no aplicaba la prescripción en este proceso y ordenó a la Corte Superior de Junín que se pronunciara en este sentido.
Obvio, como buen político dogmático que es, Cerrón Rojas aprovechó este fallo para reafirmar su inocencia, pero lo cierto es que este es uno de los procesos por los que tiene cuentas pendientes con la justicia.
Además de la sentencia de tres años y seis meses de prisión efectiva que le fueron anulados, Cerrón suma dos prisiones preventivas y una sentencia de cuatro años de prisión, así como decenas de investigaciones en su contra por presuntos delitos de corrupción y sus variantes.
Así las cosas, mal haría en cantar victoria. Aún tiene muchos pendientes con la justicia, pero a su favor tiene que, aparentemente, nadie lo busca.
