Cerca de cumplir los 100 días de cuarentena el Perú comenzó a abrir su economía mientras los contagios y fallecidos siguen subiendo. En abril la economía cayó 40.5% y se espera una contracción de la producción que fluctuaría entre -10% y -15% para este 2020. La COVID-19 y las medidas tomadas para enfrentar el contagio son un gran golpe para la economía y el empleo.

Este año ya está jugado. La mejoría comenzará a partir del cuarto trimestre y se espera que se retomen los niveles pre-COVID-19 a fines de 2021 o inicios de 2022. Esto se debe a las siguientes razones: en primer lugar, la mejor política pública para reactivar la economía es frenar la propagación del virus. No se está cumpliendo. En segundo lugar, mientras no se contenga el contagio, habrá restricciones a la actividad productiva; por ejemplo, una empresa operando a 50% de capacidad. La reactivación será lenta.

En tercer lugar, los programas del Gobierno han ido en la dirección correcta, pero sin la rapidez necesaria. Los bonos no llegan a todos los que los necesitan y los programas como Reactiva Perú y FAE-MYPE no están llegando. En cuarto lugar, la historia nos muestra que luego de una crisis los ciudadanos tienden a ahorrar, y eso significa gastar menos y por ende el aumento de la demanda será lento.

A esto hay que sumarle la pandemia populista del Congreso. Dos elementos claves que deberían tener en cuenta: por un lado, todas las medidas cuestan y la pregunta es quién paga; por otro, siempre hay que ver no solo los impactos inmediatos que son los que aplaude el público, sino los efectos colaterales y posteriores.

La clave está en alterar lo menos posible los cimientos de la economía. Estabilidad monetaria y manejo responsable de las finanzas públicas no son negociables. La primera significa inflación dentro del rango determinado por el Banco Central (entre 1% y 3% anual) y tipo de cambio estable. Ambos se cumplen. El segundo se refiere al déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos del gobierno) que crecerá hasta 8% del producto, pero luego bajará.

Este golpe a la economía es transitorio, inesperado y de gran magnitud. Acelerar los programas del gobierno y detener los contagios será clave para la recuperación.