En la mañana de ayer la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso se ha dedicado a ver la situación de la única parlamentaria, quizá del mundo, que postuló voluntariamente al cargo, hizo campaña, puso de su dinero para ese fin y ahora ya no quiere ocupar el cargo: Digna Calle, quien luego de haber estado ocho meses en Estados Unidos, ahora se encuentra en Lima sin la más mínima intención de asistir presencialmente a las sesiones del Poder Legislativo, que es para lo que fue elegida hace poco más de dos años.
La responsabilidad en esta situación tan bochornosa y que demuestra en cómo ha venido cayendo el nivel del Congreso, al extremo de tener una legisladora que pone mil pretextos para no hacer el trabajo para el que fue elegida, no solo es de la señora Calle que de no haber postulado a un cargo público por voluntad propia, podría vivir tranquila y feliz en Miami o donde quiera, sino también de Podemos Perú, el partido que la incluyó en su lista de postulantes al Parlamento en 2021.
Recordemos que Podemos Perú es el partido de José Luna, célebre por haber sido dueño de la universidad Telesup, que no fue licenciada por la baja calidad de la enseñanza que impartía, y también por haber sido el promotor de las sucesivas candidaturas al Congreso, a la Municipalidad de Lima y a la Presidencia de la República de Daniel Urresti, el que se burlaba de todos y hacía mofa de la desgracia ajena hasta que le clavaron 12 años de cárcel por el asesinato del periodista Hugo Bustíos en Ayacucho en 1988.
Es momento que los electores aprendamos a sancionar electoralmente a los partidos que aportan “joyas” a la política peruana. No puede ser que nos vendan gato por liebre, y que una y otra vez se siga votando por ellos. Lo mismo pasa con Alianza para el Progreso (APP), de César Acuña, que tiene una bancada plagada de “mochasueldos”, y con Somos Perú, que quiso meter en el Congreso a Martín Vizcarra, y más tarde llevó al botado Arturo Fernández a la Alcaldía de Trujillo. Ni qué decir de Acción Popular con sus “niños”.
El rechazo mayor se lo debería llevar Perú Libre, que nos trajo al inepto y sinvergüenza de Pedro Castillo, el que llegó frotándose las manos para saquear al país Esto debería ser suficiente para que el partido de Vladimir Cerrón nunca más ponga ni un regidor distrital. Si las agrupaciones no hacen un mea culpa e insisten con ofrecer al elector un menú que termina siendo una patada en el estómago, se les debe castigar en las urnas para que se dejen de burlar del país. El peruano debería quererse un poco más.