La desactivación del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop) por parte de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, es una decisión que se esperaba luego de los desaciertos de Marita Barreto, quien lideraba este grupo de trabajo y estaba con una medida disciplinaria por sus infidencias selectivas. ¿También pasará a revisar el resto de cuadros fiscales especiales?
El problema del Eficcop no ha sido la finalidad de su creación sino su uso, una herramienta política que materializaba acciones a la medida, incluso de manera desproporcionada, como el ingreso madrugador a la vivienda de la presidenta Dina Boluarte. Por lo tanto, no es difícil creer que la acción asumida por la titular del Ministerio Público obedece a un criterio positivo.
La Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios se encargará de asumir los pasivos y activos del extinto Eficcop, por lo que se espera que sus intervenciones tengan un mayor control en la coordinación y la oficina no sea una isla dentro de la Fiscalía, como ocurre con algunos de esos grupos especiales.
En los últimos años se ha cuestionado la función del Ministerio Público, precisamente, por la creación de equipos especiales. En ese sentido, la efectividad y eficacia serán materia de estudio por parte de la fiscal de la Nación, quien además deberá revisar la provisionalidad de sus magistrados, un estado laboral que no les permite independencia.
Una revisión a los equipos fiscales especiales sería una medida pertinente por parte de la magistrada Espinoza. El análisis de los indicadores arrojará un cuadro más objetivo sobre la permanencia o no de estos grupos de trabajo. Por sus resultados los conoceremos, así como por sus gastos operacionales. Una rendición de cuentas les devolvería la confianza.