Da la impresión que el fantasma de la vacancia presidencial, que estuvo merodeando la primeras semanas del gobierno de Pedro Castillo, ha perdido fuerza. Es natural. Sin embargo, hay una circunstancia que por ahora juega a favor de Castillo y que lo libra temporalmente (porque, vamos, el tema no se irá del todo).
Hablamos de las elecciones regionales y municipales del próximo año. Los dos partidos que se supone son de centro y podrían inclinar la balanza a favor o en contra de Castillo en una eventual vacancia presidencial se juegan mucho en las elecciones de 2022. Estos dos partidos son Alianza Para el Progreso y Acción Popular, dos agrupaciones que se saben favoritas, con posibilidades de ganar alcaldías y gobiernos regionales. Ante una campaña electoral que está a punto de comenzar, APP como AP medirán sus pasos tanto dentro como fuera del Congreso.
Aún está fresco lo ocurrido con Martín Vizcarra, el golpe político recibido tras su vacancia. Es cierto, ellos defienden la decisión y sostienen que fue legítima y democrática, sienten que con las posteriores acusaciones a Vizcarra fueron reivindicados. Pero la verdad es que son conscientes que eso les pasó factura y les podría pasar factura una situación similar. Por lo menos, saben que forzar una vacancia podría traerles problemas para la campaña que está aquí nomás. No se van a arriesgar a sabiendas de las posibilidades de obtener cuotas de poder en los próximos comicios.
Entonces, cada paso que den ambos partidos serán calculados, pensados en términos electorales. Hasta serán condescendientes con Castillo, pues su mira esta en las elecciones. Después de eso, imagino, otro será el cantar.