Hace poco más de una semana, el pasado 3 de mayo, el gobierno presentó al abogado Fredy Hinojosa Angulo como vocero oficial de la Presidencia de la República y, si bien se dijo que no iba a reemplazar al premier Gustavo Adrianzén como portavoz autorizado del Ejecutivo, aún nos quedan dudas sobre la relevancia de su posición.
Por ejemplo, ¿puede este vocero absolver las preguntas que los medios de comunicación tengan sobre las pesquisas de índole penal que enfrentan la mandataria y su entorno?
Con su presentación de la noche del viernes, horas después de la detención preliminar del hermano de la presidenta, Nicanor Boluarte, como líder de una presunta organización criminal, ya vimos que no.
No dudamos de las capacidades profesionales del señor Hinojosa, pues se supone que por algo ha sido funcionario durante varios años e incluso compagina su función de vocero con la de jefe del gabinete técnico de la Presidencia de la República, pero lo que la prensa y la ciudadanía en general necesitan es que sus autoridades respondan con seriedad y directamente a los medios de comunicación.
El premier dijo que su presencia serviría para que el gobierno tenga “mejor comunicación” con la prensa, pero lo que hasta la fecha ha logrado es dar respuestas genéricas sobre temas de los que no puede responder.