Si el presidente Pedro Castillo fuera consciente de sus propias limitaciones, se preocuparía por llevar a su gobierno mejores ministros y asesores, a fin de que no le hagan hacer el ridículo como el viernes último, en que anunció la creación de un organismo que supervise el bueno uso de los presupuestos públicos, cuando para eso existe la Contraloría General de la República, de acuerdo a la Constitución.
Fue durante un evento con evento con alcaldesas, en que el mandatario lanzó esta insólita propuesta. Dijo que para esa entidad convocará a las “personas más idóneas”, cuando todos en el Perú hoy sabemos que el actual gobierno tiene una gran dificultad para convocar buenos profesionales, empezando por el propio gabinete donde incluso hay gente vinculada a bandas terroristas.
Lo que más bien debe hacer el Poder Ejecutivo es fortalecer a la Contraloría y, en el ámbito de sus competencias, nombrar funcionarios idóneos y sin dudosos antecedentes ni nexos con la corrupción.
De parte del mandatario también vendría bien una invocación a los peruanos para que en las elecciones regionales y ediles del próximo año, no estén dando su voto a verdaderos impresentables que más tarde terminan escapando por la ventana de gobiernos regionales y municipios. Veamos en caso del líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
La Contraloría tiene el rol que el mandatario pretende inventar, de acuerdo a una Carta Magna vigente que debe ser respetada.
