Miles de estudiantes de universidades con licencia denegada se encuentran en la incertidumbre, sus autoridades académicas guardan silencio y el Ministerio de Educación (Minedu), si bien ha anunciado acciones preliminares, aún viene contando el número total de afectados y apuradamente diseña mecanismos de absorción para mitigar los efectos.
En diálogo con Correo, Jorge Mori, jefe de la Dirección de Gestión Educativa de Educación Superior del Minedu, estimó en 170 mil los universitarios golpeados por las deficiencias detectadas en los centros de estudios por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
Esta cantidad de estudiantes afectados se divide en tres grupos: a) los que se encuentran en los últimos ciclos y podrán terminar su carrera y sus títulos tendrán validez legal, se calcula entre 20% y 40%; b) los que tienen posibilidades económicas para hacer un traslado externo, por voluntad propia o convenios que las universidades con licencia denegada están obligados a firmar; y, c) los que no van a poder trasladarse a universidades licenciadas por dificultades económicas, a quienes se piensa ayudar mediante la Beca Traslado y los exámenes especiales en universidades públicas.
“Del universo total de estudiantes matriculados en universidades con licencia denegada, hay alrededor del 40% que tiene posibilidades de continuar; del resto -de los tres primeros años- hay que mirar a cuántos se van a poder trasladar y a cuántos el Estado va a poder apoyar”, dijo Mori.
En tanto, la oficina de Comunicaciones de la Sunedu informó que al cierre de 2019 se denegó el licenciamiento a 32 universidades (Universidad Peruana Las Américas es la primera de 2020) y dos escuelas de posgrado, lo que hacen una suma de 146,886 estudiantes. De esta cantidad, un 64% ya eligió un mecanismo de continuación de estudios, trasladándose un 39% a una universidad por convenio o cuenta propia.
Esta estadística no incluye a los alumnos de Telesup, porque esa casa de estudios incumplió las obligaciones del proceso de cese y está denunciada por la Procuraduría de la Sunedu. Sin embargo, un 24% de estudiantes se ha trasladado a universidades licenciadas por cuenta propia.
Alumnos de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Alas Peruanas (UAP), que ayer culminaron el ciclo académico 2019-II, manifestaron que ni el rector ni el director de escuela les han informado algo y que -por cuenta propia- “estamos pidiendo a las universidades licenciadas que acepten nuestros traslados con una pensión más baja, pero no hay respuesta”.
“Hay universidades que no quieren aceptar alumnos de universidades no licenciadas, nos dicen que tenemos que comenzar de cero. Yo acabo de terminar el primer ciclo y he gastado 16 mil soles, ¿quién me devuelve mi dinero?”, se quejó otra alumna.
Una estudiante de último año, que si bien terminará sus estudios y recibirá su título, siente que está fuera del mercado competitivo, porque su universidad en dos años ya no va a existir.
El panorama en el interior del país es más difícil. Por ejemplo, una alumna que estudia Enfermería en la UAP de Tumbes relató que no hay otras opciones de universidades licenciadas en la misma ciudad, por lo que trasladarse a otra región implica dejar su trabajo y su familia.
Por su parte, Luis Francisco, director de Marketing e Imagen Institucional de UAP, declaró que están trabajando en los convenios interinstitucionales y otras fórmulas que serán reveladas en su momento. Precisó que la anunciada fusión con la Universidad Norbert Wiener todavía podría darse en un año, porque deben culminar el aspecto societario antes de presentar la solicitud ante la Sunedu.