Mirko Zimic, biofísico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), anunció que a fines de enero podrían comenzar los ensayos clínicos en humanos. (Foto: AFP)
Mirko Zimic, biofísico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), anunció que a fines de enero podrían comenzar los ensayos clínicos en humanos. (Foto: AFP)

El jefe del laboratorio de Bioinformática, Biología Molecular y Desarrollos Tecnológicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Mirko Zimic, indicó este lunes que la vacuna peruana contra el nuevo coronavirus (COVID-19) sería administrada de forma intranasal. Recordó que aún se encuentran terminando la prueba de validación preclínica en animales.

En diálogo con “América Noticias”, el experto explicó que la introducción de esta posible dosis contra el COVID-19 no sería mediante gotas en las fosas nasales, y que para mayor efectividad se podría aplicar en dos oportunidades. Recordó que la propuesta que manejan ha tenido cambios ya que antes se había anunciado que sería administrada de forma intramuscular y luego de forma oral.

“Nuestro esfuerzo de la vacuna, tuvo en realidad dos evoluciones. Empezó por una candidata para ser usada de manera inyectable (intramuscular), luego evolucionamos a una forma oral (una vacuna bebible), y ahora hemos encontrado que la mejor opción por su capacidad de despertar anticuerpos y respuesta celular, es una vacuna que se administra por vía intranasal. Una gotita de un fluido en cada fosa nasal”, señaló.

“Hemos encontrado una cobertura maso menos cercana al 75% con una sola dosis a los 30 días de inocular. Sin embargo, si damos una segunda dosis a los 15 días, prácticamente el 99% de los animales inducen una respuesta de anticuerpos y celular a los 30 días. Eso nos hace creer que posiblemente sea adecuado usar dos dosis”, agregó Zimic.

Asimismo anunció que el próximo 4 de enero se culminará la fase de validación preclínica en animales. “Esta es la fase del desafío que ha empezado anteayer, el sábado 26 aquí en Chincha. Es un seguimiento, en el cual vamos a determinar cuál es el efecto de la vacuna sobre animales que han sido infectados con el virus”, mencionó.

“En 10 días vamos a determinar varios parámetros por ejemplo: la carga viral, el daño a los pulmones, el peso del animal y grado de movilidad que el animal tiene. Asimismo evaluaremos factores clínicos que nos determinarán los efectos luego de inoculado el virus en los animales entre el grupo vacunado y el no vacunado”, agregó.

En esa línea, el especialista estimó que a fines de enero podrían comenzar los ensayos clínicos en humanos en una determinada región del país que reporte una alta o mediana transmisión que les permita evaluar de una mejor manera el “efecto protectivo” de la candidata a vacuna.

“Luego de la prueba del 4 de enero vamos a tener un tiempo para evaluar todos los datos. Si estos son positivos armamos un file de todo el el estudio preclínico para solicitar los permisos a las autoridades correspondientes para poder iniciar un ensayo clínico en humanos. Si todo sale bien y conseguimos los fondos necesarios podríamos estar comenzando a fines de enero con los primeros humanos voluntarios”, refirió.

“Creemos que podríamos estar hablando de 7 a 8 meses en los casos más extendidos. Si podemos fusionar la fase I y II, cosa que se ha hecho en otros lugares, podríamos, tal vez, reducir todo el estudio a unos seis o siete meses. Estamos hablando de un promedio de unos 5 mil a 10 mil participantes, lo cual se define en la medida cuál es la incidencia del COVID-19 en la región donde vayamos hacer los estudios, explicó Mirko Zimic.

Al ser consultado sobre se contaría a fines del 2021 con la vacuna si se consigue el financiamiento, los permisos y no existen incidentes con los voluntarios en los ensayos clínicos, el especialista respondió: “Creemos que sí, en el caso más extendido. En el caso más pronto probablemente a fines de julio si es podemos ir muy rápidamente y tener todas las facilidades del caso”.

Planta podría producir 30 millones de dosis mensuales

El jefe del laboratorio de Bioinformática, Biología Molecular y Desarrollos Tecnológicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) explicó que en el país no existe una planta de producción de vacunas GMP. Sin embargo, anunció que en caso la vacuna sea aprobada se instalaría una planta modular.

“Tenemos la muy buena noticia de que la empresa Farvet ha firmado un contrato con el consorcio europeo que en estos momentos está construyendo una planta GMP veterinaria para poder construir una pequeña planta modular que llegaría a fines de abril para producir específicamente la vacuna intranasal humana a una razón de producción de unos 20 o 30 millones de dosis por mes. Esta es una adquisición de Farvet, quien está comprometido en esta pandemia para apoyar al país y eventualmente a la región”, sostuvo.

Zimic precisó que la vacuna contra el COVID-19 en la que trabajan puede ser almacenada a 8 grados centígrados por más de un año sin perder efectividad. Finalmente, aseguró que el Gobierno ha escuchado su propuesta y está atento a sus avances por lo que confían contará con el apoyo económico en caso sea validada la vacuna.

“Hemos tenido conversaciones con el Gobierno, quien ha escuchado con atención y detenimiento toda el avance que hemos venido realizando. Estamos ahora pronto participando en demostrar detalladamente todos los resultados y procedimientos. De ser esto aceptado y convincente es probable que el gobierno nos pueda apoyar para realizar las fases clínicas. Tanto las autorizaciones como el apoyo financiamiento también. Estamos hablando de una inversión de 20 millones de dólares que es lo cuesta un estudio típico como el que queremos hacer”, indicó.

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