Las pruebas para descartar la infección activa emplean un hiposo (Foto: Narinder NANU / AFP)
Las pruebas para descartar la infección activa emplean un hiposo (Foto: Narinder NANU / AFP)

Existen básicamente tres tipos de de descarte de y cada una de ellas tiene ventajas y desventajas. Estas son la prueba molecular (también llamada PCR), la prueba de diagnóstico (conocida también como de antígeno) y la prueba serológica (llamada prueba de anticuerpos).

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La primera de ellas, la molecular, diagnostica una infección activa, detectando material genético del coronavirus. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), “es muy precisa y a menudo no necesita repetirse”. Para tomar esta prueba, se inserta un hisopo nasofaríngeo (la parte de la garganta detrás de la nariz).

Según Seguros Rímac, este examen se recomienda cuando el paciente está presentando los primeros días de síntomas y se desea confirmar la presencia de enfermedad activa. Los resultados pueden tardar de cuatro a 24 horas, dependiendo del equipo de procesamiento.

Lo que no puede hacer una prueba molecular es mostrar si alguna vez el paciente tuvo COVID-19 o si estuvo infectado con el virus que causa la COVID-19 en el pasado.

Pruebas con margen de error

La prueba de antígenos, por su parte, también se obtiene de un hisopado nasofaríngeo similar a la PCR, pero los resultados son procesados de forma más rápida (cuestión de minutos). Esta prueba, a diferencia de la molecular, no detecta el material genético sino ciertos componentes del virus, como las proteínas, que confirman la infección.

Este test es recomendado si el paciente presenta síntomas y necesita descartarlos con urgencia. Un resultado positivo certifica la infección, pero un resultado negativo no descarta la presencia del virus. Por ello, advierte la FDA, es posible que sea necesario confirmar los resultados negativos con una prueba molecular.

Finalmente, la prueba serológica involucra la medición de anticuerpos. Implica extraer un poco de sangre del dedo. Se recomienda usar este descarte para confirmar una infección principalmente luego de 10 días de síntomas, etapa en que las dos pruebas anteriores pueden salir negativas. Por lo tanto, una ventaja de este test es que muestra si uno ha sido infectado o no por el coronavirus en el pasado, pero no puede asegurar que uno no tiene el virus al momento de la prueba.

Las circunstancias varían y dependen en base a los síntomas que puede presentar un paciente para poder determinar cuál es el mejor método de descarte. Antes de hacer la prueba, se recomienda estrictamente tener una consulta previa con un médico. Los especialistas son los que deben decidir la mejor forma del diagnóstico al ver la condición del paciente”, señala Cesar Velásquez, jefe de Medicina Preventiva de Rímac.

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