Estudiantes de universidades privadas exigen mejoras para reinicio de clases

El estado de emergencia a causa del coronavirus en nuestro país ha traído consigo disposiciones de las autoridades de los diferentes centros de estudio superior a fin de adaptarse a la llamada “nueva normalidad”. Ese es el caso de la Universidad Jaime Bausate y Meza (UJBM), Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Universidad de Lima y Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL).

Entre descuentos y facilidades para el pago de las pensiones, las distintas casas de estudio han anunciado el modo en el que se adentrarán al reto de la educación virtual, una modalidad que no fue muy tomada en cuenta, pese al avance de las tecnologías.

Correo conversó con estudiantes de las citadas universidades a fin de conocer de primera mano cuál es su parecer respecto a las medidas y la actuación de las autoridades de sus respectivos centros de estudio.

UNIVERSIDAD JAIME BAUSATE Y MEZA

El pasado 27 de abril, la Universidad Jaime Bausate y Meza emitió un comunicado en el cual revelaba los acuerdos a los que llegó el Consejo Universitario.

Harol García, alumno de dicha casa de estudios, indicó que lo que la universidad no menciona en su comunicado es que se está cobrando por la realización de un trámite en específico: el “congelamiento de la matrícula”.

Según García, el 15% de descuento ofrecido por la casa de estudios es insuficiente. “Creemos que un 35% no afectaría las finanzas de la universidad, puesto que tiene ganancias considerables", indicó.

Además sostuvo que el sistema virtual que se está utilizando “no es eficiente", argumentó. Cabe mencionar que la Universidad Jaime Bausate y Meza usa la plataforma Google Meets.

“Pedimos flexibilizar el pago de las cuotas, acceder a nuestras calificaciones pese a no haber pagado y matricularnos al siguiente ciclo sin necesidad de pagar la primera cuota. La coyuntura es distinta”, puntualizó García.

UNIVERSIDAD DE LIMA

El pasado 24 de abril, la Universidad de Lima anunciaba las medidas que adoptaba para el reinicio de las actividades académicas a fin de que estas se lleven de manera virtual.

Las medidas fueron bien recibidas desde un inicio por los estudiantes. Entre ellas se da la posibilidad de no asistencia hasta el próximo año, mora cero, 10% de descuento todo el año y la adquisición de laptops para beneficio de los alumnos.

No obstante, siempre hay lugar a mejoras. Correo se contactó con una alumna de dicho centro de estudios (la cual prefirió permanecer en el anonimato), quien espera que su próxima alma mater tome en cuenta situaciones particulares.

Entre las solicitudes, se encuentra una revisión de la malla curricular de las carreras que requieren de cursos prácticos a fin de que estos se realicen cuando logre superarse el estado de emergencia.

Asimismo, consideró que el descuento del 10% es insuficiente “debido a que es una institución sin fines de lucro”. Con el objetivo de no romper la cadena de pagos, la alumna considera que un 25% estaría acorde a las circunstancias.

Además, pidió considerar que las facilidades que se les brinda a los alumnos del tercio superior con una de las que se les ofrece, a fin de evaluar todos los casos, sea o no perteneciente a dicho grupo de manera excepcional.

Finalmente, arguyó que los pedidos no buscan causarle perjuicio a la institución, sino que se garantice la educación y la cadena de pagos de manera pareja.

UPC

Según Cristian Navarro, alumno de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, dicho centro de estudio ha brindado facilidades. Entre ellas, se encuentra la implementación de una plataforma que evalúa caso por caso.

En ese sentido, Navarro consideró que la reducción de pensiones no debe focalizarse en casos particulares, sino que debería ser general.

“Todos en este momento no generamos ingresos del mismo modo, por lo que no importa si tienes adquisición económica alta comparada con los demás”, indicó a Correo.

Asimismo, consideró que la universidad debe autorizar el retiro del ciclo sin costo alguno, ya que actualmente se debe paga más de S/150 para efectuar dicho trámite administrativo, además de estar al día con las cuotas.

En tanto, postula que la postergación de las clases prácticas debe ser prioridad en cursos “como arquitectura, diseño, periodismo”, debido a que “los cursos prácticos no se han logrado adaptar a lo virtual”.

“Muchos estudiantes se han retirado del ciclo por la economía familiar. Además están buscando recuperar la primera cuota que pagaron. A veces lo logran a través de Indecopi, otras no”, finalizó.

UNIVERSIDAD SAN IGNACIO DE LOYOLA

Entre las medidas que ha adopta la Universidad San Ignacio de Loyola, sobresalen el Fondo de Becas de Emergencia, regalar chips para datos e internet y no cobrar moras.

Correo se contactó con Mario Cipriano, alumno de la referida casa de estudios, a fin de conocer su opinión ante este escenario que le ha tocado vivir a estudiantes y autoridades por el COVID-19.

Cipriano recomendó modificar los alcances del Fondo de Becas de Emergencia, debido a que no se incluye a todo el alumnado, sino a casos particulares. “En este contexto, no todos han conservado su empleo, por lo que es mejor un beneficio general”, sostuvo a Correo.

En esa línea consideró que el 25% de descuento permitirá darle un respiro a la economía de las familias que hayan contratado el servicio educativo de la USIL.

“No pedimos mucho. No queremos que nuestros profesores se vean perjudicados por el descuento. Nosotros no usamos infraestructura ni luz, por lo que es viable lo que solicitamos. Esperamos llegar a un acuerdo, siempre con la mejor disposición”, indicó.

Finalmente solicitó que las autoridades puedan atender sus pedidos lo más pronto posible, debido a que algunos estudiantes becados de Pronabec se están retirando de la USIL. Esto debido a que no cuentan con laptops ni internet por su situación económica.

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS Y ARTES DE AMÉRICA LATINA (UCAL)

Algunas de las medidas que adoptó este centro de estudio superior fueron el descuento entre el 10 y el 60 por ciento y el inicio de clases el 23 de marzo de manera virtual, tal como muchas instituciones.

Sin embargo, Correo se comunicó el Comité Académico Transitorio Estudiantil de la universidad, grupo que nos aseguró que dichas medidas no se habrían cumplido a cabalidad.

“He consultado con varios estudiantes sobre el descuento que les han realizado. Para acceder a este hay que realizar un trámite. Todos oscilaban entre el 10 y el 20 por ciento”, indicó a nuestro medio.

Asimismo, sostuvo que las clases iniciaron el 30 de marzo, siete días después de lo comunicado por la universidad inicialmente.

Ante este escenario, el CATE pidió que las autoridades tomen en cuenta realmente las solicitudes de los estudiantes: “Emiten comunicados ambiguos. Nos dijeron que atenderían nuestras solicitudes, pero no hay respuesta concreta aún”, puntualizó.

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