Una niña de siete años que acudió a un centro médico -en la región La Libertad- para que le extraigan una pieza dental que le causaba mucho dolor terminó con una aguja de tres centímetros incrustada en la encía cuando le colocaban la anestesia.
La menor, que estuvo diez días con el cuerpo extraño, fue transferida al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) donde los especialistas de Cirugía Bucal y Maxilofacial del Departamento de Odontoestomatología la sometieron a una operación y le retiraron el filamento de metal.
Según contó Elizabeth Domínguez, madre de la paciente de iniciales, su hija tenía fuerte dolor de diente y la llevó al hospital del distrito de Tayabamba, provincia de Pataz, donde el médico le informó que le iban a realizar una extracción.
“Ella no colaboró. Le tiene un terror a la aguja y cuando vio que le iban a colocar en la boca mi hija se movió y se quedó la aguja de la anestesia”, relató.
Luego, la madre viajó con su hija ocho horas hasta la capital de La Libertad y la condujo al Hospital Regional de Trujillo donde los médicos no pudieron sacarlo y la derivaron al INSN en Lima.
Desde el momento que la menor ingresó por emergencia de nuestra institución estuvo monitoreada ya que este tipo de objetos suelen migrar a otras zonas.
“La paciente hizo un movimiento brusco cuando le colocaban la anestesia y sufrió la fractura de la aguja que se quedó incrustada en la mucosa posterior (encía) de los dientes. Se le tomó una tomografía con multicorte para poder localizar con certeza la posición de la aguja y luego proceder a la intervención quirúrgica”, precisó el cirujano dentista Walter Lozano Aquije, jefe del servicio de Cirugía Bucal y Maxilofacial.
Lozano invocó a los padres a que eviten que sus niños lleguen a este extremo de extracciones dentales porque en este tipo de procedimiento siempre existe la posibilidad de un accidente. Pidió a los progenitores que vigilen a sus hijos en la limpieza bucal después de cada alimentación para evitar las caries.