El emprendimiento juvenil en el Perú vive un momento de auge. Cada vez más jóvenes están apostando por crear sus propias oportunidades a través de microempresas e iniciativas independientes que reflejan resiliencia y adaptación frente a un entorno económico desafiante.
De acuerdo con un estudio de la plataforma digital Alegra.com, el 54,3 % de los emprendedores peruanos tiene entre 18 y 35 años, cifra que supera en más de 14 puntos al promedio regional. En paralelo, la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) reveló que, en los últimos cuatro años, más de 81 mil nuevos emprendedores se sumaron al ecosistema nacional, consolidando a las micro y pequeñas empresas (mypes) como el 99,2 % del tejido empresarial.
Aunque Lima concentra el 22,3 % de las mypes, el fenómeno es nacional. Piura (7,2 %), La Libertad (6,9 %), Cajamarca (6,8 %) y Cusco (6,4 %) destacan como regiones clave. En Ayacucho, por ejemplo, solo en el segundo trimestre de 2023 se registraron más de 1,300 nuevas empresas, muchas de ellas lideradas por jóvenes vinculados a sectores estratégicos como la minería (23,8 % del PBI regional) y el agro (18 % del PBI).
En Junín y Cusco también crece la preferencia por carreras relacionadas con la gestión administrativa y contable, herramientas fundamentales para negocios vinculados al turismo, la agroindustria y los servicios locales.
No obstante, el camino no está libre de obstáculos. Un estudio de Industrias San Miguel (ISM) advierte que el país enfrenta un desbalance entre la oferta educativa y la demanda laboral: por cada técnico matriculado se inscriben dos universitarios, cuando el mercado requiere cuatro técnicos por cada profesional universitario.
“Si bien el joven peruano actual tiene un gran impulso y deseo de superarse a través del emprendimiento, la falta de acceso a financiamiento, las brechas en infraestructura educativa y la necesidad de una mejor articulación entre la formación técnica y el mercado laboral siguen siendo desafíos grandes y reales”, señaló Eduardo Venegas, gerente corporativo de Comunicación Externa y Sostenibilidad de ISM.
En este escenario, la ola emprendedora juvenil no solo redefine el panorama económico del país, sino que también abre oportunidades para generar soluciones innovadoras que respondan a las aspiraciones de una generación decidida a ser protagonista del desarrollo nacional.





