Mauricio Novoa: “La polarización y la atomización rigen  la cultura política”
Mauricio Novoa: “La polarización y la atomización rigen la cultura política”

Una entrevista de Damián Retamozo

Mauricio Novoa es doctor  en Historia por la Universidad de Cambridge, con estudios de Derecho en la Universidad de Lima. Aquí ausculta la evolución del organismo político peruano y la salud de nuestra precaria democracia. Así también, subraya el feroz canibalismo entre adversarios políticos a lo largo de la historia nacional.

¿Cómo evalúa la democracia peruana a la luz de los recientes hechos políticos: confrontación radical entre Ejecutivo y Congreso?

Es bien conocido que una de las carencias de nuestra república y constitucionalismo es la ausencia de mecanismos político-legales que permitan dirimir claramente esta confrontación. A lo largo de todo el siglo XIX y XX, este presidencialismo tímido terminó desencadenando golpes militares de distinto tipo y, en los últimos años, crisis de gobernabilidad como la que actualmente vivimos. La idea del constitucionalismo del siglo XIX era que fuese un reflejo, en clave democrática, de las tradiciones e historia política propias de un Estado. La ambigüedad terminó siendo, en términos informáticos, un glitch, una falla, del sistema que surge de tiempo en tiempo y sobre la cual no existe, al menos en el corto plazo, voluntad de reparación. La utilización de la vacancia como mecanismo en consejos regionales o municipales es una manifestación del mismo fenómeno.

¿Nuestra cultura política y nuestra clase política consolidan el sistema democrático o lo deterioran?

Por un lado, el balance de los últimos 20 años evidencia un sistema democrático bastante consolidado, si lo entendemos como la sucesión de autoridades elegidas cada cierto tiempo. A la fecha creo que nadie duda de la capacidad de nuestra república para organizar elecciones libres y transferencias de poder ordenadas.Pero por otro lado, creo que hemos experimentado un deterioro profundo en nuestra cultura política que se refleja en el peor de los contextos posibles: polarización y atomización. No existen rivales políticos, sino enemigos; no existe competencia, sino destrucción del adversario. Un país en donde es imposible reconocer méritos. Esto no siempre fue así y es lamentable.

¿Qué consecuencias trae este fenómeno? 

En el caso del Estado, una gran dificultad para accionar. El nivel de politización en el Perú es desproporcionado con nuestros desafíos como Nación. Esto explica, más que cualquier otra cosa, la incapacidad del Estado para atender necesidades básicas como salud, educación y orden público. La imposibilidad de hacer compras públicas con una mínima seguridad jurídica y, asimismo, su instrumentalización política, es quizá el principal problema del país, tal como se ha evidenciado en la pandemia. Es una noria (rueda de tracción) nefasta.

¿Ha encarado correctamente el gobierno de Vizcarra la crisis de la pandemia?

Al inicio de la pandemia hubo una oportunidad histórica para hacer ciertas reformas en el gasto público. Pienso que se desperdició un momento político importante para redefinir ciertos estándares, para reformar la tramitología, por ejemplo. 

Siempre se dice que los políticos de antes eran mejores y más honestos. ¿Hasta qué punto es esto cierto?

Ningún período, ni país tienen el monopolio de la virtud. A propósito de esta crisis, creo que nadie puede poner en tela de juicio la honestidad de Pedro Cateriano. Personas honestas que quieran participar en política hay y siempre habrá. La acción de gobierno tiene que estar dirigida a satisfacer las  demandas ciudadanas. Pongo como ejemplo la construcción de las instalaciones de los Juegos Panamericanos.

Perfil

Mauricio Novoa es historiador y abogado. Abogado por la Universidad de Lima. PhD por la Universidad de Cambridge. Fue asesor de los ministerios de Defensa y Transportes, así como en la  Sunarp.