El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) llegó a su fin y el Perú regresó a su realidad, esa que cientos de ciudadanos reclamaban en protestas realizadas durante la cumbre internacional.
Y este panorama luce más duro que nunca, al conocerse que el 2024 se consolidó como el año más sangriento, desde el 2017. Esto debido a la cantidad de homicidios que se registraron hasta la fecha, según los datos consignados en el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef) conocidos en las últimas horas.
El consolidado revela que está situación se concretó en el presente mes de noviembre, cuando se registró un promedio de una muerte violenta cada cuatro horas.
Panorama
En lo que va del año se registraron 1,702 homicidios, un 14% más de los 1,487 reportados a lo largo de todo el 2023.
Además, este año ya hubo 186 homicidios más de los que sucedieron en el 2022, señalan las cifras del Sinadef.
Uno de los crímenes más execrables de este año, y que se registró a penas esta semana, fue el de la excandidata a la alcaldía del Rímac, Ytala Tipula, quien fue ejecutada fuera de un mercado del Rímac, cuando volvía a su domicilio.
Por supuesto, las cifras desbaratan la versión del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, quien señaló mejoras en la seguridad ciudadana gracias a los estados de emergencia implementados en la capital.
“En el caso de sicariato y robos sí se han reducido en los distritos declarados en emergencia. Por ejemplo, en San Juan de Lurigancho, la reducción ha sido de un 9%. En otros distritos (esta cifra) varía entre un 12 y 16″, manifestó Santiváñez. No obstante, para los ciudadanos de a pie la realidad es totalmente distinta.