El último sismo de magnitud 6.0 que sacudió la costa norte del país la noche del 27 de diciembre ha dejado no solo daños materiales, sino también una alerta geológica en dos regiones clave: Áncash y La Libertad. Según el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), existen 15 zonas consideradas críticas por su vulnerabilidad ante procesos de remoción en masa que podrían reactivarse tras el movimiento telúrico.
De acuerdo con los informes técnicos del Ingemmet, se han identificado 11 zonas críticas en Áncash y 4 en La Libertad, donde podrían presentarse caídas de rocas, derrumbes y deslizamientos debido a la inestabilidad del terreno.En Áncash, las áreas de mayor riesgo se ubican en Bolognesi (cinco), Huari (cuatro), Huaylas (una) y Recuay (una).Mientras tanto, en La Libertad las zonas críticas se encuentran en Otuzco (dos), Chepén (una) y Sánchez Carrión (una).
El instituto advierte que la combinación de pendientes pronunciadas, suelos fracturados y antecedentes de movimientos similares incrementa la posibilidad de nuevos eventos geodinámicos.

Las zonas señaladas forman parte de estudios de peligros geológicos elaborados por el Ingemmet entre los años 2009 y 2012, actualizados de manera constante para orientar la gestión de riesgo de desastres. Dichos informes incluyen recomendaciones técnicas a los gobiernos locales y regionales para la prevención y mitigación de deslizamientos.
Asimismo, el Ingemmet recordó que toda esta información es de acceso público a través de la plataforma “Perú en Alerta”, donde los ciudadanos y autoridades pueden consultar mapas de peligros geológicos y medidas de prevención frente a posibles emergencias.
Impactos del sismo
El sismo tuvo su epicentro a 67 kilómetros al oeste de Chimbote, en la región Áncash, y fue registrado a una profundidad de 52 kilómetros, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP).El movimiento se sintió con fuerza en varias regiones del norte y provocó daños en viviendas, centros de salud e infraestructura pública, además de personas heridas que fueron atendidas en diferentes establecimientos médicos.
Las autoridades descartaron riesgo de tsunami, aunque se mantiene un monitoreo preventivo ante posibles réplicas y movimientos secundarios.





