Luego de protagonizar protestas la noche del lunes y la mañana del último martes, los pobladores y dueños de negocios en Machu Picchu Pueblo, decidieron suspender sus medidas de reclamo, ante la reunión que sostendrán con la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, este sábado.
Esta decisión fue confirmada a través de un comunicado, por el Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, uno de los actores que se muestra en contra de la digitalización al 100 % en la venta de los boletos para la Maravilla Mundial.
El alcalde de Machu Picchu, Elvis La Torre, también se refirió a a reunión del sábado, mencionando que se llevará a cabo a las 11:00 horas en el teatro Pachacúteq de Machu Picchu Pueblo, a donde están invitados pobladores, empresarios, autoridades y demás interesados.
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El anuncio por parte de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, sobre la implementación de un nuevo sistema para la venta de ingresos a Machu Picchu, por el que se venderán los tickets de manera 100 % virtual, anulando la venta física de mil tickets diarios en Machu Picchu Pueblo —como se viene haciendo hasta el momento—, ha causado malestar entre los pobladores del sector.
Es así que tras una reunión entre pobladores, dueños de negocios como restaurantes, hoteles y demás, acordaron iniciar una serie de protestas y movilizaciones a partir de este martes 07 de noviembre, a fin de hacer retroceder al Ministerio de Cultura sobre la virtualización total de la venta de los boletos a la Maravilla Mundial.
David Moreno, del Frente de Defensa de Los Intereses de Machu Picchu, ha señalado que primero iniciarán con movilizaciones, para luego bloquear los accesos a Machu Picchu Pueblo e incluso podrían restringir el ingreso al santuario histórico.
Por su parte, Jhon González, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo del Cusco, citó a Correo que lo único que logran estos pobladores al impulsar manifestaciones es ‘dispararse a los pies’, ya que sus iniciativas tendrán repercusiones negativas inimaginables para toda la industria del turismo en Cusco y Perú.
“No se dan cuenta que los más perjudicados son ellos mismos, es un capricho mantener lo que ellos están pidiendo, no pueden obligar a la gente a quedarse en Aguas Calientes. Hacer que las personas se tengan que quedar sí o sí más tiempo gastando en hospedaje y alimentación no está bien”, citó.