La caída a un abismo de un bus de la empresa Expreso Internacional Molina truncó el futuro de 25 compatriotas que perdieron la vida en un accidente provocado por causas que las autoridades investigan.

La unidad había partido desde Huanta con destino a Huancayo, y llevaba en su interior a pasajeros que esperaban reencontrarse con sus familias. Este fue el caso de Lucio Mendoza Pérez, quien regresaba de visitar a su hija en Ayacucho. Era muy conocido y estimado en Huancayo, donde se desempeñaba como dirigente sindical del Fenutssa en el hospital El Carmen. .

Otra de las víctimas del bus Molina es Geraldine Vilcamiche, bailarina ayacuchana de caporales e integrante de la Asociación Cultural “Cangallo Corazón”. Una joven con proyección artística.

DESPEDIDA

Familiares y amigos se reunieron ayer para despedirse de Emiliano Flores Sauñe, cuyos restos fueron velados en su vivienda del distrito de El Tambo, en Huancayo. Emiliano viajaba cada semana hacia Ayacucho, pues se dedicaba al comercio de prendas de vestir.

Igualmente, tres jóvenes ayacuchanos, Treyci Quispe Cahuana (19), Lucero Vilcamiche Yupanqui (23) y Frank Bellido Méndez (19), estudiantes de la Universidad Continental, también figuran en la trágica lista. Con todo un futuro prometedor, viajaban para recibir sus habituales clases y realizar trámites.

La bióloga Florisa Salvatierra Oré (67), docente del instituto Superior Tecnológico Sausa, también abordó el fatídico bus luego de visitar a su familia en Huancavelica.

El caso de Jhon Llamocca Huallanca (22) fue distinto. Este joven debía viajar en el bus Molina, pero el tráfico le impidió llegar a tiempo para abordar el bus, por lo que esperó la salida del siguiente turno. “Fue una pesadilla, ver tantos muertos no podíamos hacer nada”, contó a este diario.

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