Además del enorme perjuicio que causa a la economía el constante bloqueo de carreteras, esta medida de protesta también ha dejado sin productos ni combustible a varias regiones del país.

Es el caso de Cusco, donde hace más de una semana, los surtidores de combustible marcan cero, debido a que las cisternas que transportan este elemento no pueden ingresar a la región debido a las tranqueras en distintos puntos.

Pese a que el fin de semana pasado, los manifestantes dieron una ‘tregua’ de unas horas y dejaron pasar algunos camiones cisterna, el producto duró poco, y de nuevo se agotó en casi todo lugar.

La escasez de este hidrocarburo ha hecho que se paralice el transporte público y privado, además de dejar fuera de servicio unidades de atención a la ciudadanía como Serenazgo y últimamente limpieza pública.

En un reciente comunicado, la Municipalidad Provincial de Cusco ha señalado que a partir de la fecha la ciudad no contará con el servicio de recojo de residuos sólidos, ya que los camiones compactadores se quedaron sin gasolina.

“El servicio de limpieza pública en sus etapas de recojo, transporte y disposición final queda restringido hasta nuevo aviso ante la falta de abastecimiento de combustible por las proveedoras y la carencia en la región”, cita textualmente el comunicado.

Sobre esto, el presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Mauro Gutiérrez, advirtió que ciudades como Cusco corren el riesgo de quedarse sin agua potable, debido a una posible falta de insumos para su potabilización.

Sucede que el agua debe ser tratada con elementos como el cloro, que no pueden ser transportados vía aérea por seguridad, y no pueden llegar por tierra debido a los bloqueos, sin estos químicos no se pueden eliminar las sustancias nocivas como el cromo, plomo, zinc, entre otras.


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