Antes de dejar la presidencia, Francisco Sagasti envió un oficio al Congreso, a través del cual dejó a consideración de este poder del Estado si le otorgaban o no una pensión vitalicia.
MIRA ESTO | Francisco Sagasti envió oficio al Congreso para pedir sus beneficios como expresidente
“Comunico mi renuncia expresa al préstamo de vehículo y a los vales de combustible. Dejo a juicio del Congreso el otorgamiento de una pensión, si ellos así lo ven conveniente”, dice la misiva del pasado 26 de julio.
Los beneficios para los expresidentes están comprendidos en la Ley 26519, aprobada por el Congreso de 1995, y modificada por acuerdo de la Mesa Directiva del Congreso en 2016.
Sin embargo, en junio pasado el Legislativo aprobó un proyecto de ley que eliminaba la pensión vitalicia para los expresidentes y solo les otorgaba una pensión de gracia, bajo ciertos requisitos.
Entre estos están no encontrarse en estado de incapacidad para trabajar, no percibir otra pensión o ingreso del Estado, no haber sido acusado constitucionalmente y no tener sentencia por delito doloso.
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NO DEBIÓ
Para el expresidente del Tribunal Constitucional Víctor García Toma, el señor Francisco Sagasti debió esperar a que el Congreso se pronuncie, primero, sobre la observación del Ejecutivo respecto a la citada ley.
“La ley de beneficios para los expresidentes se hizo con la finalidad de generar un grado de estabilidad económica para las personas que salieron elegidas por voto ciudadano”, dijo a Correo.
No obstante, indicó que la ley no contempló situaciones como la de los presidentes interinos, que asumen la primera magistratura del país tras vacancias o renuncias de sus antecesores en el cargo.
Por su parte, el excongresista Víctor García Belaunde recordó que Fernando Belaúnde Terry renunció a recibir una pensión vitalicia de los gobiernos militares de Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez, así como de Alberto Fujimori.
“El presidente Belaúnde renunció a tener una pensión en los años 70 y afortunadamente fue contratado por universidades extranjeras. Tampoco quiso recibir pensión del gobierno fujimorista”, recalcó García Belaunde.
En ese sentido, dijo que Sagasti debió “renunciar a este beneficio si cree que no le corresponde y no decirle al Congreso que decida por él. Además, él observó la ley que elimina los beneficios para expresidentes, por lo tanto se convierte en juez y parte”.