Del 27 al 31 de enero, los legisladores cumplirán con la semana de representación, un periodo obligatorio que les permite regresar a sus regiones para escuchar a la ciudadanía, fiscalizar autoridades y actuar como mediadores entre los ciudadanos y las instituciones del Estado.

Según el reglamento del Congreso, los parlamentarios deben destinar estos cinco días continuos al mes para atender denuncias documentadas, conocer las necesidades de su circunscripción y procesarlas conforme a las normas vigentes.

Para los representantes de peruanos en el extranjero, esta tarea se extiende a siete días calendario.

Esta jornada no está destinada a beneficiar a ningún grupo o persona en particular, sino a fortalecer el vínculo entre los congresistas y la población, contribuyendo a solucionar los problemas locales y a garantizar una comunicación directa con las organizaciones sociales.

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