La gestión del expresidente Pedro Castillo se caracterizó por sus constantes ataques contra los medios de comunicación, mientras estos cumplían con la tarea de informar sobre los presuntos actos de corrupción de su Gobierno.
Todo confirma que su sucesora, Dina Boluarte, sigue los mismos pasos.
De acuerdo con información revisada por Correo, en lo que va de este año, la mandataria cuestionó la labor de la prensa en al menos 15 oportunidades (ver infografía).
Además, la jefa de Estado cumple 93 días sin ofrecer una conferencia de prensa.
MOMENTOS
El 17 de enero, unos días después de que el dominical Cuarto Poder diera cuenta de que Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta Boluarte, utilizó a prefectos y subprefectos para recolectar firmas para la inscripción de su partido “Ciudadanos por el Perú”, la mandataria identificó a un reportero de ese canal durante una conferencia.
“Es América Televisión, ¿no? Bien. América Televisión y Cuarto Poder desde el inicio del Gobierno no nos han soltado, domingo a domingo. Yo más bien diría a América Televisión y a Cuarto Poder que muestren las pruebas sobre la difamación que están programáticamente hablando sobre mi hermano”, reclamó.
Un mes después, le hizo un desplante a una reportera del mismo canal.
“¿De qué medio de prensa es usted señorita? América Televisión, ya les respondí, Muchas gracias”, dijo al ser consultada por las declaraciones del exasesor Jaime Villanueva, quien dijo que la mandataria obtuvo información privilegiada de sus investigaciones.
Sin embargo, Boluarte aprovechaba sus breves presentaciones ante los medios para quejarse de los informes respecto a su hermano.
“Cada domingo en los programas dominicales el protagonista principal es el señor Nicanor Boluarte en diversos canales”, afirmó.
En marzo la situación no cambio. “Algunos medios se han quedado con el cliché de gobierno anteriores que siempre intervenían hermanas, hermanos, sobrinos, suegras, cuñadas. Es la última vez que me voy a referir a esas falsas acusaciones que van diciendo de que mi hermano”, indicó.
ATAQUES
La presidenta Boluarte también utilizaba calificativos para referirse a la información propalada por los medios de comunicación.
En marzo, cuando el Caso “Rolex” estalló, envió el siguiente mensaje: “Lo que quiero decirle no a la noticia tendenciosa, sino al Perú entero, es que lo que yo tengo es fruto de mi esfuerzo”.
Ese mes también pidió que se dejen de generar “cortinas de humo para cambiar el giro de la noticia”.
Incluso, aseguró que había un “acoso sistemático” de la prensa en su contra.
En abril y mayo evitó dar declaraciones, pues optó por el silencio.
Un hecho no menor es que el 31 de mayo, personal de seguridad de la presidenta Boluarte encerró a un grupo de periodistas mientras se desarrollaba el Simulacro Nacional Multipeligro 2024, así la autoridad eludió responder a las preguntas de los reporteros.
En junio fue consultada por los 66 días que llevaba sin responder a la prensa y prefirió minimizar su falta de comunicación.
“Los números no cuentan, lo que cuenta son las intenciones”, apuntó.
En julio, tras regresar de un viaje de China y firmar un convenio para la construcción de estos hospitales de alta complejidad, dijo esperar que “la prensa ayude a repetirlo, así como hace con las noticias tendenciosas”.
A fines de setiembre, viajó a Piura, región en la que intentó dar lecciones sobre cómo ejercer el periodismo: “Gracias por acompañarnos y ojalá en sus noticieros de hoy y de mañana y de pasado, pasen estas noticias. Ojalá desde la región de Piura sean el ejemplo de dar noticias ajustadas a la verdad. Ustedes sean el piloto de decir la verdad y créanme, van a ganar más sintonía”.
En la misma línea, aseguró que hay un sector de la prensa que perdió credibilidad porque miente, motivo el que las personas prefieren ver noticias por redes sociales y no por canales de televisión.
Por otro lado, el último episodio de la presidenta Boluarte contra la prensa se registró el martes.
En la ceremonia por la conmemoración del Combate de Angamos, se refirió al “terrorismo de imagen”.
“Tenemos que luchar contra un nuevo mal, una nueva amenaza en el mundo. La guerra de las mentiras, los fake news, las noticias falsas creadas con el fin de hacer terrorismo de imagen, un viejo método que aplicaron los totalitarios con su lema ‘miente, miente que algo queda’”, mencionó.
ANÁLISIS
Al respecto del silencio de la presidenta Boluarte y sus ataques a la prensa, Rodrigo Salazar Zimmermann, presidente ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), recuerda que lo se tiene hoy en día no son políticos de carrera, sino emprendedores de la política que no conocen el juego.
“No conocen como lidiar con la prensa, ni el trabajo y la responsabilidad de la prensa. Cuando la prensa los fiscaliza, sienten que son atacados de manera personal o que de alguna manera se interfiere con su cuota de poder”, indicó.
En diálogo con Correo, Salazar Zimmermann recordó que la presidenta Boluarte no siempre fue así, sino que al inicio de su gestión intentó acercarse a la prensa. Sin embargo, luego cambió de postura.
“Ella sabe que dentro de todo el sistema político peruano estatal, todos apuntan a una misma dirección, un Estado criminal. Sin embargo, dentro del espectro político de la prensa no ha caído en eso, la prensa es el último bastión de un impulso democrático de respecto que no tranza con la corrupción”, apuntó.
Agregó que cuando los funcionarios no quieren que la prensa investigue sus actos de corrupción, entonces reaccionan.
Desde su punto de vista, la presidenta Boluarte está siguiendo los pasos de su antecesor Castillo.
“Dina Boluarte no es una figura política que tenga sustancia, ella va un poco hacia donde la arena sea menos movediza”, indicó.
Además, consideró que la única manera que la presienta encontró para no enfrentarse a los cuestionamientos de su gestión, su hermano, el Caso “Rólex”, entre otros, es no responder a las preguntas de la prensa y crear la narrativa de que “la prensa miente”, que “la prensa insulta”.
“Porque de esa forma descalifica a la prensa”, dijo.
Mencionó que la comunicación que busca el Ejecutivo es de arriba hacia abajo.
“Yo digo, tú escuchas. Te doy información y tú la procesas. Pero no hay feedback comunicativo, no hay una comunicación a doble vía en la cual se pueden hacer preguntas y repreguntas”, comentó.
