La reciente gestión del presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, busca reducir a un año el periodo que un congresista debe dirigir la Comisión de Ética (2023-2025), a pesar de que el Código de Ética Parlamentaria establece en su artículo 9 que este plazo es de dos años.

La justificación que el máximo jefe del Legislativo presentó en la víspera es que al interior de ese grupo de trabajo se protege a los parlamentarios que, como sabemos, son acusados de ser “mochasueldos” o de contratar a sus familiares.

No obstante, su pretensión no sería efectuar una reforma total de integrantes, sino cortar la cabeza del actual presidente, Diego Bazán (Renovación Popular), según conoció Correo.

Se busca un legislador funcional a los actos de corrupción que abundan en el Legislativo. De acuerdo con los informantes, Salhuana y su círculo han elegido a Alex Paredes (Bloque Magisterial) .

Contragolpe

Al cierre de esta edición, Bazán no se había pronunciado sobre el tema y se supo que está de viaje en Estados Unidos. Trascendió que una vez que pise Lima emitirá una declaración.

Quien no dudó en aludir al caso fue Ruth Luque. La secretaria de la Comisión de Ética expresó que desconoce lo que públicamente ha dicho Salhuana, es decir, eso de que “ya hay acuerdos y reuniones de bancadas”. Por ello, se mostró en contra del recorte del periodo de Bazán.

“En principio, desconozco esto de recortar el periodo. El reglamento establece un periodo de 2 años”, dijo a Correo. Luego, consultada por el hecho de que Alex Paredes sería quien reemplace a Bazán, respondió: “Bueno, entonces (la “recomposición”) será para que las cosas sigan igual o no pase nada”.

Ética tiene casos pendientes como el de Darwin Espinoza, por utilizar los recursos del Congreso para inscribir al Movimiento Regional Adelante Áncash, y el de Raúl Doroteo por “mochasueldo”.

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