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La demora en la instalación de mesas en algunas zonas de Lima Metropolitana ocasionó disgustos, particularmente entre adultos mayores, pero también en el candidato presidencial Rafael López Aliaga (Revonación Popular).
El aspirante abandonó la fila dos veces, porque su mesa de votación no estaba instalada a las 10:30 a.m., hora en que arribó al complejo deportivo Chino Vásquez, en el malecón de La Marina, en el distrito de Miraflores.
Volvió por segunda vez y tampoco tenía mesa. Esta fue instalada hacia las 11:00 de la mañana. Recién pudo sufragar al mediodía en una tercera oportunidad.
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Pero el impaciente candidato, lejos de propiciar la calma, añadió desorden y tumulto en el local, pues caminó sin cesar de un lugar a otro reclamando por la demora, perseguido por una ola de reporteros. Las cámaras de televisión lo enfocan encarando al coordinador de la ONPE, mientras un fiscal adjunto tomaba notas.
“MAMARRACHO”. López Aliaga estaba enfadado: “(...) Primera vez que en el Perú tenemos este mamarracho de organización”, dijo criticando a la ONPE.
“A los jóvenes afuera no los dejan entrar. Voy a salir a la calle a buscar jóvenes”, anunció ante la prensa y se retiró.
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El coordinador de la ONPE explicó que la norma electoral señala que los miembros suplentes deben pertenecer a la misma mesa de votación.
El candidato de Renovación Popular tampoco tuvo un desayuno muy convencional: llegó a un comedor popular en el asentamiento humano Pachacutec, en Ventanilla, con un gorro celeste que llevaba su marca partidaria, “R”. La ley electoral prohíbe expresamente el uso de símbolos partidarios el día de los comicios.
Desayunó chicharrones y jamón, y a su salida dijo que “los jamones de lagarto estaban ricos”, en alusión a un expresidente y candidato.
VARIOPINTO. El desayuno electoral de los candidatos reflejó, esta vez, al Perú variopinto y multicultural.
Pedro Castillo (Perú Libre) desayunó un caldo verde de huacatay y queso junto a su esposa e hijos. Madrugó para ordeñar a la vaca y dar de comer a las gallinas. Después fue a votar.
Verónika Mendoza (JP) sirvió ella misma el cuy al horno con humitas en la casa de sus abuelos en Andahuaylillas, en Cusco. Luego sufragó en San Sebastián. Por la tarde, voló a Lima para aguardar los resultados.
César Acuña, cajamarquino de nacimiento, ofreció un “desayuno cajacho” en su casa de La Molina.
Hernando de Soto prefirió recibir a sus parientes y amigos en un cómodo restaurante de La Molina. Jonhy Lescano desayunó en un comedor popular en Tablada de Lurín. Antes del mediodía esperó en la fila y votó en la la Universidad Marcelino Champagnat, en Surco.
Keiko Fujimori desayunó con su esposo Mark, sus hijas y otros parientes en el local partidario de FP en el Paseo Colón, en Lima.
George Forsyth participó virtualmente en un desayuno de su partido; mientras que Daniel Salaverry lo hizo en Trujillo y Martín Vizcarra desayunó y votó en Moquegua.
Votó tarde
César Acuña sufragó hacia las 13:30 horas en el colegio San Agustín, en San Isidro. Su mesa no estaba instalada y aguardó en la fila.
Fujimori, al final de la tarde, en distrito de Surco.
Mendoza deposita su voto en Cusco.
Castillo votó en Tacabamba, Chota, Cajamarca.
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