Un extenso debate se generó ayer luego de que a Francisco Sagasti no se le permitiera ingresar al hemiciclo del Congreso para entregar la banda presidencial y tuviera que entregarla en los exteriores del Parlamento.
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Todo empezó cuando la presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, se colocó la “banda presidencial”, pese a que Sagasti aún no dejaba el distintivo.
El expresidente llegó a Palacio Legislativo a las 11 a.m., pero no ingresó, sino que dejó la banda al edecán en los exteriores del recinto.
“Lo ocurrido es una falta de respeto a un presidente que ha enfrentado la pandemia. Nos parece pésimo”, dijo Susel Paredes (Partido Morado), quien calificó el hecho como “un maltrato”.
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Alva señaló que “el protocolo lo ve el Congreso y no ella”: “Le invitaron a que dejara la banda, él la quiso dejar en la puerta”, sostuvo
Oficialía Mayor emitió un comunicado precisando que Sagasti culminó su gestión como congresista y presidente el 26 de julio.
Agregaron que al ser invitado por el jefe de protocolo a ingresar a los salones de presidencia para hacer entrega de la banda, “optó por entregarla al edecán en la puerta de Palacio Legislativo”.
Lo culpa
El congresista Montoya que el error fue de Sagasti. “Estamos hablando de la realidad legal del país. Ni siquiera debió venir”.