La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, ha recibido más de una crítica por su mal manejo de la epidemia del dengue en el Perú, enfermedad que hasta la fecha registra 137,539 contagios y 223 muertes.
Sin embargo, la titular de ese sector no muestra intenciones de dejar el puesto.
“No es que me aferre al cargo de ministra de Salud, soy una mujer preparada, lista para trabajar y vamos a seguir”, afirmó ayer.
El sábado, Gutiérrez se expresó en un sentido similar.
“Voy a seguir trabajando como buena ayacuchana que soy, mamá y papá. Voy a seguir adelante, dar toda mi en energía para sacar a la salud por delante y hacer cambios estructurales, que requiere nuestro sector”, manifestó.
Sus declaraciones se dan ad portas de responder a un pliego interpelatorio en el Congreso y una eventual censura.
ANÁLISIS
Para el exministro de Salud, Luis Solari, Gutiérrez “debería haber renunciado hace rato” porque ha tenido un retraso en la reacción para tratar la epidemia del dengue.
“Ha muerto gente, hay persona que han dejado de trabajar por la enfermedad y se han afectado por la demora de respuesta”, indicó a Correo.
Agregó que un ministro debe actuar con anticipación.
“Los ministros tienen que saber el dónde, el cuándo, así funciona cuando uno gestiona bien”, mencionó.
Por su parte, Raúl Urquizo, decano del Colegio Médico del Perú (CMP), consideró que la ministra Gutiérrez debería dejar el cargo cuando la epidemia del dengue haya reducido sus índices, es decir, en dos o tres semanas.
“Ahora no, pero más adelante evidentemente sí. El tema es que no se va a solucionar el problema del dengue con un cambio de ministro”, afirmó.
Desde su punto de vista, a la titular de Salud le faltó liderazgo para trabajar de la mano con los gobiernos regionales, así como con otras carteras como Vivienda y Educación, a fin de tomar acciones de prevención contra el dengue.
