En el ojo de la tormenta. La Universidad César Vallejo volvió a hacer noticia esta semana al no reconocer los indicios de plagio en la tesis de maestría elaborada por el presidente Pedro Castillo y su esposa Lilia Paredes. La casa de estudios indicó que el trabajo de investigación, en el cual hallaron un 43% de similitud del contenido con otros autores, según el programa Turnitin, mantiene su “aporte de originalidad”.
A propósito de lo ocurrido, Correo revisó que la UCV registra 84,276 trabajos de investigación, entre los que se incluyen tesis de pregrado y posgrado, según los datos disponibles en el Registro Nacional de Trabajos de Investigación (Renati).
En este aspecto, la casa de estudios supera en creces a instituciones como la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
De acuerdo a la cifra que muestra el citado portal, la Universidad César Vallejo, fundada hace 30 años y de propiedad de César Acuña, bien podría haber aprobado más de 2809 publicaciones por año, un equivalente estimado a 234 trabajos académicos por mes. Es decir, 7.8 cada día o uno aproximadamente cada tres horas.
No obstante, es preciso señalar que el repositorio de Renati reúne trabajos de investigación de la referida casa de estudios con fecha de publicación que solo van desde el 2002 a la actualidad. La UCV tiene como fecha de fundación noviembre del 1991, por lo que el número total de trabajados académicos podría ser mayor.
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PERFIL. La UCV logró el licenciamiento de funcionamiento por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) el 11 de junio del 2019, con una vigencia de 6 años, para ofrecer el servicio educativo en 19 locales.
En esa época, la casa de estudios reunía a 96,790 estudiantes. Además, la UCV contaba con 79 programas de estudio: 27 conducentes al grado de bachiller, 26 para maestro; 8 al grado de doctor, 18 programas de segunda especialidad. Actualmente, cuenta con más de 12 campos descentralizados a nivel nacional, 4 de ellos se encuentran en Lima y Callao.
Días atrás, el portal de investigación Convoca alertó que la universidad del fundador del partido Alianza para el Progreso (APP) también lidera el ranking de docentes que han sido asesores de tesis. El medio señaló que de los diez primeros asesores a nivel nacional, seis son de la UCV y acumulan un total 2.399 asesorías, entre pregrado y posgrado. Esta situación, sumada al elevado número de tesis producidas, darían muestra de “cifras inconcebibles y alarmantes”, según académicos consultados por el portal.
ANÁLISIS. El exministro de Educación Idel Vexler manifestó que la Sunedu “no puede estar vigilando al centímetro a las universidades en lo que corresponde a las tesis de bachillerato, de maestría y de doctorado”.
Sostuvo que estos procesos “son responsabilidades estrictamente académicas”, puesto que es la casa superior de estudios la que debe velar por que se tengan los requisitos básicos de calidad, además de ser parte del proceso de elaboración del trabajo académico y su nivel de originalidad.
Vexler explicó que, en años recientes, se ha reportado un incremento en la demanda de escuelas de postgrado, ante la necesidad -en el mercado laboral- de un profesional cuente con un grado de maestría o doctorado para ejercer, más allá de obtuvo o no el título profesional.
Además, señaló que el alto número de tesis de posgrado de una universidad también podría estar relacionado a la cantidad de egresados la institución maneja, o a la disminución -en algunas instituciones más que en otras- en la rigurosidad técnica del proceso de investigación para obtener el grado correspondiente.
“La Sunedu tiene la facultad no solamente de licenciar, sino de supervisar que el servicio educativo, entre los cuales se incluye la realización y la aprobación de la tesis, cumpla con las condiciones básicas de calidad. Entonces, sí tiene esta atribución, directa o indirectamente”, sostuvo en comunicación con este diario.
Vexler recalcó que el indicador principal respecto a la calidad de la producción académica “es el proceso y el producto de la investigación”, aspectos que también deberían ser revisados de forma constante por instancias dentro de la universidad.
“También los directores de las escuelas de posgrado pueden hacer un proceso de reflexión y revisar cómo se están dando estos grados de maestría, de doctorado en cada una de sus universidades (...) Revisar todo lo concerniente a los procesos de graduación para el bachiller, la licenciatura y, sobre todo, para la maestría y el doctora, que en los últimos diez años ha crecido exponencialmente”, insistió.
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RESPONSABILIDAD. En diálogo con Correo, el exministro de Educación, Ricardo Cuenca, explicó que cada universidad es responsable de la calidad sobre su producción e investigaciones académicas.
“El sistema de regulación en el Perú no contempla la regulación de los procedimientos internos de las universidades. Hacer una tesis es una responsabilidad directa de las universidades, por su autonomía”, dijo Cuenca a este diario.
En esa línea, indicó que el segundo paso de la reforma universitaria, implementada por Sunedu, es el licenciamiento en facultades y programas “y más adelante tener una acreditación sobre los contenidos académicos”.
“Sin embargo, con la nueva ley, aprobada en el Congreso, se retira las funciones que tenía la Sunedu como el licenciamiento de programas y facultades”, comentó.
Respecto al alto número de tesis que tiene la Universidad César Vallejo, el extitular del Minedu señaló que no solo en dicha casa de estudios sucede esta alta cifra de producción académica sin que necesariamente coincida con calidad y rigurosidad de investigación.
“El problema del número alto de las tesis es que en varias universidades se aplican una serie de protocolos, que se tienen que cumplir. Con esa metodología, la finalidad de la tesis que busca demostrar las habilidades de investigación y aportar al conocimiento especializado se distorsionan. Entonces, (hacer una tesis) es como un dar examen más que desarrollar una investigación”, añadió Cuenca.