Mario Vargas Llosa: "Espero que Toledo sea juzgado y si es culpable, pague por sus robos"

El ganador del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, expresó su tristeza por la actual situación del expresidente Alejandro Toledo, quien tiene orden internacional de captura por presuntamente haber recibido US$20 millones de parte de la empresa Odebrecht a cambio de la adjudicación de los tramos I y III de la carretera Interoceánica.

“Me apena el caso de Toledo porque, como ha recordado Gustavo Gorriti, encabezó con gran carisma y valentía la formidable movilización popular en el Perú contra la dictadura asesina y cleptómana de Fujimori y fue un elemento fundamental en su desplome”, escribió el el escritor peruano en una columna de opinión dedicada al escándalo en el diario español El País.

Vargas Llosa dijo esperar que Toledo Manrique decida volver, o que lo hagan volver, al Perú para ser juzgado, pues considera que existen todas las garantías para que este proceso se realice con total imparcialidad

“Espero que Toledo regrese al Perú ‘motu proprio’, o lo regresen, y sea juzgado imparcialmente, algo que, a diferencia de lo que ocurría durante la dictadura fujimorista, es perfectamente posible en nuestros días”, sostuvo. 

Agregó que el exmandatario –hoy prófugo de la justicia – es hallado culpable debe pagar “sus robos y la enorme traición que habría perpetrado con los millones de peruanos que votamos por él y lo seguimos en su campaña a favor de la democratización del Perú contra los usurpadores y golpistas”.

También recordó que confió en la personalidad del exmandatario tras su participación en la recordada Marcha de los Cuatro Suyos.  “Lo traté mucho en esos días y me parecía un hombre sincero y honesto, un peruano de origen muy humilde que por su esfuerzo tenaz había —según le gustaba decir— ‘derrotado a las estadísticas’, y estaba seguro de que haría un buen gobierno”, dijo. 

En otro momento, el autor de "La Ciudad y los Perros" reveló que su hijo Álvaro le advirtió la presencia extraña de Josef Maiman en el entorno de Alejandro Toledo. Esto fue cuando se distanció en la segunda vuelta electoral del 2001. 

“Había oído algo que lo alarmó sobremanera: Josef Maiman, el expotentado israelí, quería comprar una refinería que era del Estado y un canal de televisión. Pensé que la susceptibilidad de Álvaro era exagerada e injusta y hasta tuvimos un distanciamiento. Ahora me excuso con él y alabo sus sospechas y olfato justiciero”, apuntó.

“Lo cierto es que —pillerías aparte, si las hubo— (Toledo) lo hizo bastante bien, pues en esos cinco años se respetaron las libertades públicas, empezando por la libertad para una prensa que se encarnizó con él, y por la buena política económica, de apertura e incentivos a la inversión, que hizo crecer al país”, añadió.

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