La recesión económica y su secuela de bajo crecimiento en 2023 tendrá impacto funesto en los niveles de pobreza de la población de menores ingresos. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)
La recesión económica y su secuela de bajo crecimiento en 2023 tendrá impacto funesto en los niveles de pobreza de la población de menores ingresos. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)

Como la crónica de una recesión anunciada, así describió el ex ministro de Economía David Tuesta el estado real de la economía peruana, una condición que el Gobierno se negó a admitir hasta la semana pasada.

De acuerdo con cifras oficiales, la proyección de crecimiento pasó de 2.7 % (al cierre de 2022) a 1,1 % (con perspectiva a la baja) para este año, lo que tendrá un impacto directo sobre el nivel de pobreza.

Tuesta apunta que el 2022 la economía creció 2.7%, con lo cual la pobreza se incrementó de 25.9% a 27.5%. Si la proyección para 2023 es de 1,1% ( o menos), con este nivel de crecimiento la pobreza se irá aproximando “a ese 30% que tuvimos en la pandemia y el confinamiento”.

Tras el apesadumbrado anuncio del jefe del MEF, Alex Contreras, el lunes, su colega el titular del Ministerio de Inclusión Social (Midis), Julio Demartini, no descartó que el nivel de pobreza arribe al temido 30%.

Demartini, cuya cartera está directamente comprometida con el control de la pobreza y los programas sociales de mitigación, reaccionó así ante la probable cifra del 30%.

“Posiblemente -dijo- Es la proyección. Ya estamos pidiendo la información al INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) y a otras instituciones para la prevención, las acciones que debemos tomar; no de manera reactiva sino de manera preventiva”, comentó ante la prensa.

Asegura que el Ejecutivo está trabajando con la ONU y sus diversas agencias en cuanto al impacto que pueda tener el Fenómeno El Niño “y una economía que aún no se reactiva de la manera en que quisiéramos”.


GASTO PÚBLICO.

Como una medida para frenar el posible incremento de la pobreza dijo que su cartera ha solicitado un considerable incremento del presupuesto del Midis para el próximo año, es decir, gasto público.

“Hemos solicitado el |incremento de presupuesto de casi mil millones de soles. Con ese presupuesto vamos a cerrar brechas e incorporar nuevos usuarios (unos 200 mil) en los diversos programas sociales: Pensión 65, Contigo, Juntos, Cuna Más y todos aquellos programas productivos como el de Foncodes, para no solo hacer contención sino promover el desarrollo de capacidades”, aseveró.

Tales mecanismos se complementarían a partir de iniciativas como “Con Punche 1″ y #Con Punche 2E, políticas de inyección de financiamiento a la economía interna del país.

Otro monto considerable anunciado, es el crédito suplementario de 1 581 millones de soles para financiar, excepcionalmente, los gastos asociados a la reactivación económica.

Así también, para la respuesta ante la emergencia y el peligro del fenómeno El Niño aprobado hace unos días por el Congreso de la República a solicitud del Ejecutivo.

El ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, explicó que, con este crédito suplementario, “se busca recuperar el sector construcción, de la industria, así como luchar contra la anemia. También se han aprobado una serie de subvenciones focalizadas”.

“Es una medida más que estamos aprobando con el objetivo de recuperar nuestra economía”, señaló.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el año pasado, el 27.5 % de peruanos eran pobres, esto revela un incremento de personas en esta condición a comparación del 2021, cuando la cifra fue del 25.9 %.


GOLPE PSICOLÓGICO.

El exministro de Economía David Tuesta asegura que el aumento de la pobreza es la secuela inevitable del bajo crecimiento del PBI, con la perspectiva de alcanzar un probable 30%.

“Yo creo que ahí vamos a tener un golpe psicológico y hasta político muy fuerte si la cifra de pobreza se vuelve a incrementar este año”.

“Regresar al nivel de tasa de pobreza que teníamos antes de la pandemia, que estaba en 20%, nos puede demorar fácilmente más de 20 años. Totalmente, a ese nivel, totalmente”, lamentó.


CARLOS OLIVA.

No es recomendable recurrir a mecanismos como el crédito suplementario presupuestal para reactivar la economía, comentó para diario Correo el ex ministro de Economía Carlos Oliva Neyra (del 7 de junio de 2018 y el 30 de septiembre de 2019), y actual director del Banco Central de Reserva.

“Eso va a tener un impacto muy limitado”, dijo.

“El crédito suplementario son 1600 millones de soles en bonos para trabajadores públicos, lo cual se va a gastar en el mercado y eso va a hacer que las cifras de noviembre y diciembre, de este año, pinten bien por esta inyección que se esta haciendo”, comentó.

“Pero -continúa- apenas se gaste ese dinero vamos a volver a la realidad. Es un efecto muy acotado”.

Afirma que él, personalmente, no hubiera recomendado esos montos.


INVERSIÓN PRIVADA.

“Sobre todo, si no va de la mano para aumentar la inversión privada y la confianza del sector privado”, acota el economista con maestría en la Universidad de Georgetown.

Oliva Neyra cree que tampoco va a ayudar mucho con la pobreza porque se le está dando dinero, fondos públicos, a gente que tiene empleo.

“Esos 1600 millones se los vas a dar a empleados públicos que, mal que bien, podrán ganar mucho o poco, pero son gente que tiene empleo. No estás atacando al grueso de la población que esta en pobreza. Eso me hace cuestionar un poco el crédito suplementario que se están aplicando”, dijo a Correo.

“Yo no lo veo como una salavación. Lo veo como una medida para inflar las cifras de fin de año; pero no es una solución a los problemas de fondo que tenemos”.

Respecto de los mil millones de soles de incremento al presupuesto del Midis, para el 2024, Oliva se muestra escéptico.

“Todos los años aumenta el presupuesto del Midis. El que aumente mil millones, la verdad, no es noticia, todos los años aumenta. El presupuesto general aumenta 12%”, señala.


MEDIDAS IMPOPULARES.

A su juicio, se requiere que el Gobierno haga el mejor esfuerzo por sacarnos de la recesión “y eso implica tomar medidas que podrían no gustarle a un grupo o sector, pero que tienen que tomarse”.

Recomienda tomar “el toro por las astas”, por cuanto los responsables del Gobierno, “son los llamados a liderar este cambio de expectativas”.

Las cosas, enfatiza Oliva, no se van a arreglar solas. “Necesitamos un liderazgo, un cambio de políticas, mucho énfasis en confianza, en segu

ridad jurídica, en políticas

que no redunden en una mayor inflación y eso corresponde al Gobierno.

“Y, obviamente, eso también le compete al Congreso, dejar de estar aprobando leyes nocivas como este proyecto de retiro de fondos AFP. Todos tienen que poner de su parte”, demandó.