Efecto estampida. La presencia de Hernán Condori en el cargo de ministro de Salud (Minsa) ha generado la salida de funcionarios y expertos en el sector, tras los graves cuestionamientos que pesan sobre el sucesor de Hernando Cevallos.
Entre las dimisiones está la de Gustavo Rosell, quien presentó ayer su renuncia al cargo de viceministro de Salud Pública del Minsa, que ejercía desde la gestión de Óscar Ugarte y continuó durante el periodo de Cevallos.
Su permanencia en el puesto dio continuidad al trabajo que se realizada en el portafolio en medio de la pandemia del COVID-19.
“Diez meses de intensa labor en medio de una nefasta pandemia, solo me queda agradecer al extraordinario equipo del Minsa y a todos los trabajadores de salud, al Dr. Ugarte y al Dr. Cevallos que me permitieron sumar esfuerzos”, escribió Rosell en su cuenta de Facebook.
Asimismo, vía Twitter, Antonio Quispe compartió su carta de renuncia irrevocable como uno de los asesores del despacho del Ministerio de Salud “por razones de principios de coherencia e integridad”. “El país necesita de profesionales de la salud de altísima calidad”, añadió.
SALIDA. Horas antes, integrantes del Equipo Consultivo de Alto Nivel (ECAN) del Ministerio de Salud, instalado para recomendar criterios y consideraciones éticas para el proceso de vacunación COVID-19, renunciaron de forma irrevocable “por no existir a la fecha condiciones para un ejercicio autónomo y consecuente del encargo”.
La decisión fue comunicada al ministro de Salud, Hernán Condori, a través de una carta remitida por Virginia Garaycochea, presidenta del ECAN-Minsa.
Los demás miembros renunciantes son el Dr. Edwin Vásquez Ghersi, el M.C. Ladislao Tutaya Gonzáles, el M.C. Juan Rivera Feijoo y la M.C. Gabriela Minaya Martínez.
Como en los otros casos, la dimisión responde a la designación de Condori, promotor de una sustancia denominada “agua arracimada” que no tiene registro sanitario y arrastra una serie de denuncias e investigaciones fiscales.