Un nuevo escándalo de corrupción remece el Ministerio Público. Este caso, a cargo del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Efficop), tiene como principal protagonista a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
La alta funcionaria es acusada de liderar una presunta organización criminal al interior de la entidad que preside. De acuerdo a la tesis fiscal, Benavides Vargas buscó influir en tres procesos parlamentarios, a través de distintos operadores, para evitar su destitución.
MIRA ESTO: Jaime Villanueva: asesor de Patricia Benavides abandonó clínica en calidad de detenido
Estos procedimientos son los siguientes: la remoción de la Junta Nacional de Justicia, la elección del actual defensor del Pueblo y la inhabilitación de la exfiscal suprema Zoraida Ávalos.
Operativo Valkiria V
La madrugada de este lunes 27 de noviembre, el equipo especial liderado por la fiscal Marita Barreto realizó el operativo Valkiria V para detener de forma preliminar por 10 días a Jaime Villanueva, principal asesor de la titular del Ministerio Público, Patricia Benavides. También se ordenó el allanamiento de los asesores Abel Hurtado, el coordinador parlamentario, y Miguel Girao, su segundo gerente central.
Sin embargo, Benavides retiró de su cargo a Marita Barreto, coordinadora del equipo especial anticorrupción.
Sin embargo, tras la detención preliminar de Jaime Villanueva Barreto, uno de los asesores de la fiscal de la Nación, la pregunta es si podría separar del cargo a Patricia Benavides. José Ugaz, exprocurador anticorrupción, explicó en RPP lo siguiente:
“El Ministerio Público es un órgano jerárquico. Su máxima instancia es la Junta de Fiscales Supremos donde hay 4 fiscales. De esos cuatro, una está destacada al JNE, la doctora Delia Espinoza, que no puede intervenir ni votar en la junta; la otra es la cuestionada fiscal de la Nación, por lo que solo quedan dos: Pablo Sánchez, que ya ha sido fiscal de la Nación (…) y el doctor Villena”.
“Hoy la Junta de Fiscales Supremos no tiene capacidad para decidir sobre la suerte de Patricia Benavides. Si estuviéramos en un país institucional y democrático, lo que tendría que ocurrir es que ella misma pida su propia suspensión o renuncia al cargo porque esto es insostenible, pero sabemos que eso no va a ocurrir”, finalizó.
