PPK designa a Marilú Martens como nueva ministra de Educación
PPK designa a Marilú Martens como nueva ministra de Educación

Después del “sí, juro” de la nueva ministra de Educación, Marilú Martens Cortés, al final de la tarde, el presidente invitó a Jaime Saavedra a subir a la balaustrada del Salón Dorado de Palacio de Gobierno. Allí estalló el aplauso de los asistentes, miembros del gabinete, funcionarios e invitados. PPK situó a Saavedra a su derecha y a Martens a su izquierda. Tomó las manos de ambos y las levantó en señal de triunfo.

El lenguaje gestual de PPK resultaba elocuente. Habrá continuidad en las reformas en educación que el ministro saliente y el Gobierno venían implementando.

“La reforma sigue, hay que correr. Aquí no hay tiempo que perder”, remarcó el jefe de Estado de manera escueta.

La idea fue enfatizada en varias ocasiones por los altos cargos del Ejecutivo.

Lo hizo el premier Fernando Zavala al presentar a la nueva ministra ante la prensa. “Como hemos mencionado, la reforma en educación que se inició, continúa”, expresó. “Continúa intacta -prosiguió-; estamos en la ruta correcta”.

Zavala subrayó la experiencia de Marilú Martens en el campo de la educación, tanto pública como privada, y el hecho de que ella haya formado parte del equipo de Jaime Saavedra.

“Ha sido parte de ese equipo que ya ayudaba a transformar la educación en el Perú. Seguiremos trabajando duro todos los días para seguir en ese camino”, precisó.

El premier Zavala enumeró los cuatro pilares de la reforma en la educación: revalorización del maestro (meritocracia); mejora en el aprendizaje de los niños; mejora en el currículo; mejor gestión de las escuelas; y mejora en la infraestructura educativa a nivel nacional.

Martens se venía desempeñando como titular de la Dirección General de Servicios Especializados (Digese) del Ministerio de Educación, la cual tiene a su cargo la Dirección de Educación Básica para Estudiantes con Desempeño Sobresaliente y Alto Rendimiento (Debedsar) y la Dirección de Educación Básica Especial (Debe).

LEY PERFECTIBLE. La polémica Ley Universitaria es parte de la reforma de la educación, señaló ayer la ministra Marilú Martens en su primer encuentro con la prensa nacional.

“La Ley Universitaria es parte de la reforma. Como educadora le voy a decir: todo es perfectible. La cultura de la evaluación es la mejor para cualquier proceso que se implementa. La experiencia, la evaluación, la sistematización de esas experiencias es lo que hace la mejora continua, y es lo que nosotros queremos: una educación con excelencia”, comentó.

Martens muestra sobriedad y evita cuidadosamente contaminar con carga política sus respuestas.

“¿Considera injusta la censura de Saavedra?”, le preguntaron, pero evadió la confrontación con sutileza.

“Yo voy a rescatar las palabras del ministro Saavedra. Todo este proceso es un proceso de la democracia. Algo bueno sacamos de esto: la educación está priorizada en la agenda del país”, manifestó.

En otro momento, dijo que la implementación del nuevo currículo nacional “ya es un hecho” y que se inicia en 2017.

“Vamos a iniciarla en escuelas urbanas. No hay ninguna preocupación al respecto; con las pruebas PISA tampoco”, dijo.

En cuanto a los cuestionamientos a la política de género, sostuvo que realizan mesas de diálogo con representantes de grupos religiosos.

REACCIÓN “NARANJA”. Luego de conocida su designación, las reacciones no se hicieron esperar. La vicepresidenta de la Mesa Directiva del Congreso, Rosa Bartra (Fuerza Popular) , declaró: “Ella es una persona que estuvo trabajando en el Ministerio de Educación y por lo tanto va a seguir la misma línea que el exministro Jaime Saavedra”.

Aseguró que en Fuerza Popular van a estar alertas siguiendo el accionar de la nueva ministra y sus anuncios en los próximos días.

“La ministra es una funcionaria que ha trabajado con (Jaime) Saavedra. Eso sumado al anuncio que hizo el presidente Pedro Pablo Kuczynski, respecto a que no iban a modificar ni un milímetro su política educativa, indica que será lo mismo”, precisó.

OFICIALISMO. Por su parte, Juan Sheput, del oficialismo, describió el nombramiento de Martens como un acierto del jefe de Estado.

“Es un acierto del presidente Pedro Pablo Kuczynski, porque es una persona con muchos pergaminos académicos y está vinculada al Ministerio de Educación. Creo que ella será muy importante para darle un nuevo impulso a la reforma que se viene dando en el sector”, opinó.

“La veo como independiente con conocimiento y la creo capaz de tener un perfil propio vinculado al sector Educación”, acotó.

Asimismo, reconoció que el Ministerio de Educación “es muy complejo”, pero pese a esto Martens deberá “deslindar con cualquier indicio de corrupción y colaborar con cualquier investigación en marcha, y también impulsar la reforma educativa en universidades públicas y a los contenidos”.

FISCALIZACIÓN. A su turno, Mauricio Mulder, del APRA, saludó que Marilú Martens sea una persona que está muy ligada a la docencia.

“Me parece bien que ella haya ejercido la docencia durante su vida, y si tiene vocación en este tema, está mucho más apta para tomar decisiones en el Ministerio de Educación, porque se trata de un compromiso sumamente delicado”, agregó.

LÍNEAS DE GESTIÓN. Entre tanto, Hugo Ñopo, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), precisó que la nueva integrante del gabinete ministerial deberá continuar con las cuatro líneas que venía trabajando Jaime Saavedra.

“Estimo que van a seguir las líneas de la gestión, de la infraestructura, del aprendizaje y de la carrera docente, porque necesitamos que el estatus de la profesión docente sea mejor. Se trata de perseverar en estas líneas”, expresó,

Aseguró que la educación en el país debe seguir el camino de la reforma, lo cual es un proceso muy largo.

“Nuestra educación requiere consistencia en políticas que necesitan de dos y hasta tres décadas de trabajo adicional”, indicó.

En ese sentido, recordó que tras la presentación de los resultados de la última prueba PISA del periodo 2015-2016, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) auguró que el Perú debe seguir con la misma tendencia para que dentro de 21 a 24 años pueda llega a la OCDE, argumentado que muchos países han podido construir su educación gracias a un trabajo de varias décadas.

“Es importante que las políticas que tenemos las mantengamos consistentes porque están dando sus primeros frutos y debemos ser perseverantes en ello porque eso va a requerir un plazo mayor al que va a ser el mandato de la ministra”, finalizó Ñopo.