El terrorista Víctor Polay Campos, que hoy denuncia sin ningún desparpajo supuestas vulneraciones a sus derechos humanos, aún enfrenta otros procesos en la justicia peruana. Uno de ellos corresponde a la masacre que perpetró, bajo su liderazgo, la organización terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
El hecho se produjo en 1989 y es uno de los crímenes de odio más grandes hacia la comunidad LGBTI en el Perú. La investigación preparatoria sobre este caso, que lleva 34 años en espera de alguna sentencia condenatoria, fue formalizada por la Segunda Fiscalía Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos.
El Ministerio Público, que informó ayer sobre dicha diligencia, destacó que tanto a Polay como a otras seis personas se les atribuye los delitos de homicidio calificado y terrorismo agravado.
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EL CASO
La noche del 31 de mayo de 1989, en Tarapoto (San Martín), un grupo de miembros de la comunidad LGBTI acudieron a la discoteca “Las Gardenias” ubicado en el Asentamiento Humano “9 de abril”.
El local, conocido en la zona por dicha concurrencia, funcionaba en secreto debido a la amenaza y homofobia de grupos terroristas como el MRTA y Sendero Luminoso hacia este colectivo. En este contexto, y en la fecha antes descrita, seis emerretistas irrumpieron en el recinto y secuestraron a ocho personas, entre gays y trans, acusándolos de delincuentes y de colaborar con la Policía y las Fuerzas Armadas.
En contra de su voluntad, los llevaron a los exteriores del inmueble y los asesinaron a sangre fría. Después de disparar reiteradas veces, abandonaron los cuerpos. Las víctimas fueron identificadas, como César Marcelino Carvajal, Max Pérez Velásquez, Luis Mogollón, Alberto Chong Rojas, Rafael Gonzales, Carlos Piedra, Raúl Chumbe Rodríguez y Jhony Achuy.
Poco después, en una edición más del medio de propaganda titulado “Cambio”, el MRTA se atribuyó dicho crimen. El grupo criminal ya se había adjudicado un asesinato similar, ocurrido tres meses antes, a un joven homosexual.
“Fue un asesinato a mansalva, un homicidio calificado. La Fiscalía y la Procuraduría tienen una carpeta, para la investigación correspondiente, porque no se llegó a concluir quiénes fueron los autores. Aún así, al camarada ‘Rolando’, alias de Víctor Polay Campos, le compete responsabilidad. Ningún atentado o acción, en el MRTA, se hacía sin el conocimiento del cabecilla de la organización”, comentó a Correo José Baella, exjefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote).
En esta línea, además, remarcó que el MRTA practicaba la ideología marxista-leninista y que, debido a ella, buscaban hacer una mal llamada “limpieza” de la sociedad. “(Este patrón criminal apuntaba) contra los drogadictos, las personas que los delataban y también contra los miembros de la comunidad LGBTI”, agregó.
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CONDUCTA
Tanto el MRTA como Sendero Luminoso fueron organizaciones terroristas abiertamente homofóbicas y transfóbicas. Para el primero, los miembros de la comunidad LGBTI eran “lacras sociales utilizadas para corromper a la juventud”.
El caso acontecido en Tarapoto, conocido como “La noche de Las Gardenias”, fue incluido en el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) presentado en el 2003. Allí se consigna que Sístero García Torres era el mando regional del MRTA, acogido posteriormente a la ley de arrepentimiento, cuando se perpetró este crimen.
En el texto también se recoge que el semanario terrorista del MRTA, “Cambio”, había condenado, meses antes del ataque, las actividades de “todo homosexual, drogadicto, ratero y prostituta”. El grupo criminal, incluso, instaba a estas personas a “enmendar su vida”, señalándoles que la advertencia “no era en vano”.
PERSPECTIVA
Además de este caso, Polay Campos tiene pendiente un proceso por apología al terrorismo. El procurador especializado en delitos de terrorismo, Milko Ruiz, detalló que las autoridades están atentas a estos procedimientos, así como a la petición, ya admitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de los allegados al terrorista.
Este recurso busca revisar la legalidad de la sentencia, ya confirmada en segunda instancia en la justicia peruana, contra alias “Rolando”. Además, irónicamente, denuncian presuntos abusos a los derechos humanos del excabecilla del MRTA.
“Esta organización atacó al Estado peruano con la finalidad de tomar el poder por la fuerza. Y para ello, Víctor Polay, entonces cabecilla de esta agrupación, reclutó a mucha gente del extranjero: bolivianos, chilenos, entre otros. Recordemos que fue captada Lori Bernson (hoy fuera del Perú) en su oportunidad”, recordó José Baella.
Agregó, además, que el MRTA financiaba su “lucha popular” a través de secuestros a empresarios, a los que torturaban y pedían rescate para liberarlos.
Por otro lado, consideró que, según su experiencia tras luchar contra el terrorismo en los años 80 y 90, “el terrorista no se arrepiente” de los crímenes. “Es falso que se rehabilitan y resocializan (...) el terrorista Víctor Polay Campos lleva el pensamiento marxista, leninista y castrista. Él se levantó contra el Estado y asesinó a peruanos a diestra y siniestra”, manifestó.
Una situación llamativa, en el marco de esta opinión, ocurrió tras la segunda captura de Polay en 1992. Dos años antes, este había logrado fugar del penal Castro Castro junto a otros reclusos. “No me arrepiento de nada”, dijo, tras ser presentado a los medios de comunicación, por segunda vez.
REACCIONES
En memoria de las víctimas de “La matanza de Las Gardenias”, cada 31 de mayo se celebra el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia y los Crímenes de Odio hacia Lesbianas, Trans, Gays y Bisexuales: una fecha emblemática para dicha comunidad.
El Ministerio de Justicia, por su parte, en junio del 2018, realizó un acto de reconocimiento simbólico, en Tarapoto, y colocó una placa a nombre del Estado peruano.
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“En memoria de las víctimas de terrorismo a causa de su orientación sexual, durante el periodo de violencia 1980-2000, de las comunidades del distrito de Tarapoto. Por ellas renovamos el compromiso de dignificar sus memorias para sanar las heridas y alcanzar la reconciliación nacional”, se lee.
La CVR también incluye en su informe que el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) “ha denunciado que crímenes similares ocurrieron en el departamento de Ucayali, entre mayo y julio de 1990, cuando tres travestis fueron asesinados por el MRTA”.
