Sentado frente a la prensa, el abogado Javier Wilfredo León anunció ayer su renuncia al cargo de procurador general del Estado, debido a los cuestionamientos que enfrenta por sus presuntos nexos con el narcotraficante Fernando Zevallos, el “Lunarejo”.
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“He tomado la decisión de declinar al cargo”, declaró.
Agregó que en la víspera sostuvo una reunión con su familia, la cual -aseguró- se encuentra afectada por las críticas que recibe.
A él se le atribuyó los delitos de defraudación patrimonial y fraude procesal por ayudar al “Lunarejo”, en un juicio, a mantener de forma ilícita el control de su vivienda en Las Casuarinas (Surco) desde el penal de Piedras Gordas.
Aseveró que las denuncias en su contra eran falsas, que jamás cometió ningún delito y que todas las acusaciones provenían de una persona que estuvo interesada en ganarle el predio Zevallos.
Añadió que hasta el Poder Judicial (PJ) le dio la razón, al exculparlo de cualquier ilícito en el juicio.
No obstante, reconoció que esa denuncia hizo que el Colegio de Abogados de Lima (CAL) lo suspendiera, pese a que el PJ no le encontró ninguna responsabilidad.
“Se dio por cierto los delitos (en su contra), pero el Poder Judicial ha dicho que no”, aseveró. Refirió que hubo una contradicción.
SE VICTIMIZA.
Sobre su salida del despacho del excongresista Carlos Tubino, del que fue asesor, afirmó que se debió a un tema “político”.
“Estas denuncias falsas hasta el día de hoy me trae a estas situaciones”, manifestó.
Agregó que el propósito de difundir sus antecedentes es perjudicar a la gestión del presidente Pedro Castillo.
“Los cuestionamientos son hacia a mí, pero son para golpear al gobierno”.
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También negó recibir cualquier tipo de hostigamiento del Ejecutivo y sostuvo que su carta de renuncia la presentará ante el despacho del ministro Félix Chero (Justicia) y dijo esperar que en las próximas horas se acepte.