El cáncer de próstata es uno de los más mortales entre los hombres (14.5%), según los reportes de la Organización Panamericana de la Salud. Aunque se recomienda que los hombres se realicen exámenes prostáticos desde los 40 años con antecedentes familiares y desde los 45 años como parte del chequeo anual, la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas.
El Dr. Yan Carlos Vargas Caycho, oncólogo – radioterapeuta y director de Oncodrip, señala que en nuestro país el cáncer de próstata cada vez es más frecuente entre los hombres menores de 50 años. El sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el consumo indiscriminado de grasas, dulces refinados, alcohol y tabaco predisponen al desarrollo de esta enfermedad que cuando es diagnosticada a tiempo tiene altas probabilidades de curación.
Por ello, es crucial que los varones superen sus miedos y prejuicios y visiten al urólogo anualmente como parte de su control de rutina. “Existe mucha desinformación sobre el cáncer de próstata: muchos hombres creen que no es mortal y no requiere tratamiento, o evitan los exámenes diagnósticos por considerarlos incómodos, posponiendo indefinidamente su revisión si no tienen síntomas”, sostiene el especialista.
Los costos y la falta de acceso a servicios médicos, especialmente en el interior del país, también dificultan que los hombres realicen su control prostático. Es importante, llevar a cabo más campañas masivas de detección temprana para que todos tengan la oportunidad de ser evaluados a tiempo.
MÁS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR
Hoy en día, un simple examen de sangre de antígeno prostático específico (PSA) se utiliza para detectar el cáncer de próstata en su fase asintomática. Si los valores son normales (hasta 4 ng/mL), se evalúan los factores de riesgo del paciente para determinar la necesidad de pruebas adicionales, como el tacto rectal. En caso de sospecha de cáncer, el diagnóstico definitivo se realiza mediante una biopsia.
El Dr. Vargas Caycho explica que una biopsia es un procedimiento que extrae pequeñas muestras de tejido de la próstata para análisis de laboratorio. Aunque algunos hombres piensan que este procedimiento es muy agresivo y prefieren evitarlo, la prueba puede que sea molesta pero no dolorosa y es indispensable para el diagnóstico. Si el resultado es positivo, se necesitarán estudios de imágenes para iniciar el tratamiento.
CHEQUEO PREVENTIVO
No hay un método definitivo para prevenir este tipo de cáncer, pero se puede reducir el riesgo de desarrollarlo. Un chequeo prostático oportuno es clave para un diagnóstico temprano y un tratamiento exitoso. Múltiples estudios muestran que una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas, carnes rojas, lácteos y alimentos procesados ayuda a prevenir diversas enfermedades.
Mantener un peso saludable ayuda a prevenir diversas neoplasias. Si tiene sobrepeso, diseñe una estrategia para perder esos kilos de más, aliviando la carga de su organismo. Realice ejercicio la mayoría de los días de la semana, disminuya el consumo de calorías y siga una dieta balanceada con asesoría profesional para bajar de peso sin pasar hambre y consumir la cantidad de las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios.
Finalmente, un chequeo médico anual ayudará a prevenir o identificar el desarrollo de cualquier padecimiento. Si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, comunique a su médico para que le recomiende realizarse pruebas de detección a partir de los 40 años.
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