Hábitos simples en horarios, porciones y elección de alimentos permiten disfrutar las fiestas sin afectar la salud digestiva.
Hábitos simples en horarios, porciones y elección de alimentos permiten disfrutar las fiestas sin afectar la salud digestiva.

Las celebraciones de fin de año suelen incluir reuniones familiares, cenas prolongadas y un mayor consumo de alimentos grasos y bebidas alcohólicas. Aunque son parte de la tradición, estos excesos pueden desencadenar reflujo gastroesofágico, acidez, inflamación y ardor estomacal, especialmente durante las noches.

El reflujo ocurre cuando el contenido ácido del estómago regresa al esófago, provocando sensación de quemazón en el pecho. Según explica el doctor Arturo Ruesta Córdova, gastroenterólogo de SANNA Centro Clínico Chacarilla, ciertos alimentos y conductas habituales en esta época incrementan significativamente el riesgo.

Por qué aumentan los problemas digestivos en fiestas

“Durante las fiestas se combinan comidas copiosas, grasas y alcohol, lo que favorece la aparición de reflujo. Si estos episodios se repiten y no se controlan, pueden derivar en complicaciones como esofagitis, esófago de Barrett y, a largo plazo, incluso cáncer de esófago”, advierte el especialista de SANNA.

Asimismo, se recomienda disminuir el consumo de productos que intensifican los síntomas, como chocolate, bebidas gasificadas, frituras, alcohol y condimentos. Estos alimentos favorecen la relajación del esfínter que separa el estómago del esófago, facilitando el retorno del ácido gástrico.

Cinco claves para prevenir el reflujo en fin de año

Para reducir el riesgo de malestares digestivos durante las celebraciones, el Dr. Ruesta sugiere adoptar las siguientes medidas:

  1. No acostarse inmediatamente después de comer: Es recomendable esperar al menos dos horas antes de ir a la cama para facilitar la digestión.
  2. Moderar las porciones: Incluso en cenas especiales, comer en exceso sobrecarga el sistema digestivo y aumenta la probabilidad de reflujo.
  3. Reducir alcohol y bebidas gasificadas: Especialmente por la noche, estas bebidas intensifican la acidez y la irritación gástrica.
  4. Elegir preparaciones más ligeras: Priorizar alimentos al horno, a la plancha o hervidos en lugar de frituras y comidas muy grasosas.
  5. Cenar temprano y mantener postura erguida: Permanecer sentado o de pie tras la cena ayuda a evitar el retorno del ácido al esófago.

Disfrutar con conciencia

“El objetivo no es dejar de disfrutar, sino hacerlo con conciencia. Pequeños cambios en los horarios y en la elección de alimentos ayudan a prevenir molestias y a cuidar la salud digestiva a largo plazo”, añade el Dr. Ruesta.

Adoptar estos hábitos durante las fiestas permite cerrar el año con mayor bienestar y comenzar el siguiente con una mejor relación con la alimentación y la salud digestiva.