No existe una edad específica ni una mejor edad para comenzar a considerar tratamientos estéticos. Todas las personas envejecen de manera diferente y es decisión personal cuándo empezar a preocuparse por los signos de envejecimiento. Sin embargo, es recomendable iniciar desde los 25 años, debido a que la piel disminuye la generación de colágeno y elastina.
La doctora Gilda Perez, especialista del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, explica que, para pieles jóvenes, se recomienda iniciar con un buen tratamiento de limpieza facial mensual y una correcta hidratación profunda a través de mesoterapias, infundiendo ácido hialurónico, cócteles de aminoácidos y antioxidantes que nutren la piel y la mantienen en buen estado. Esto es esencial para lucir una dermis tersa, hidratada, luminosa y sana.
A continuación, la especialista explica los tratamientos más recomendados para personas entre sus 20 y 30 años:
- Neuromoduladores: El uso de la toxina botulínica puede relajar los músculos y mejorar las arrugas faciales.
- Aparatología facial: Luz pulsada (IPL), radiofrecuencia y ultrasonido.
- Radiofrecuencia y ultrasonidos: Son ideales para la inducción de colágeno en la piel.
- Contorno de ojos: Se recomienda tratar esta área sensible en etapas tempranas para prevenir arrugas profundas.
Alineado al procedimiento, es importante mejorar la alimentación, ya que es la base de todo lo que pueda reflejarse como envejecimiento prematuro. Asimismo, es crucial evitar hábitos nocivos como el uso del tabaco y la exposición excesiva al sol sin protección adecuada, ya que estos afectan a la piel y la eficacia de los tratamientos.
La medicina preventiva logra que, mientras más temprano comencemos a cuidar la piel con tratamientos estéticos especializados, más tiempo tardarán en aparecer los signos de envejecimiento. En ese sentido, los beneficios de iniciar tratamientos estéticos a edad temprana son: evita que las arrugas incipientes se profundicen, necesitan menos procedimientos y menos sesiones a futuro para lograr resultados visibles y duraderos, y menos gastos, debido a que se necesitarán pocos productos.
Es fundamental asegurarse de que el lugar donde se realizará el procedimiento cumpla con las regulaciones y estándares de seguridad y cuente con profesionales médicos altamente capacitados. Además, una consulta médica personalizada puede revelar otros temas más comunes, como la flacidez o secuelas de acné.
Finalmente, es importante tomar conciencia de que el cuidado de nuestra piel va más allá de un aspecto estético, reflejando también salud y autocuidado, lo que nos hace sentirnos y vernos bien tanto por dentro como por fuera.
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