Hasta julio de 2024, más de 182,000 personas han sido diagnosticadas con ansiedad. (Foto: nortonrsx / iStock)
Hasta julio de 2024, más de 182,000 personas han sido diagnosticadas con ansiedad. (Foto: nortonrsx / iStock)

El Ministerio de Salud (Minsa) informó que en 2023 se atendieron más de 280,000 casos de depresión en el Perú. De estos, el 75.5% corresponde a mujeres, es decir, tres de cada cuatro casos, y el 16.5% a menores de edad. Además, hasta julio de 2024, más de 182,000 personas han sido diagnosticadas con ansiedad.

Impacto en la vida cotidiana

“Tanto la depresión como la ansiedad afectan significativamente la vida de las personas. La depresión implica tristeza persistente y pérdida de interés en actividades, mientras que la ansiedad incluye miedo excesivo, inquietud y síntomas físicos como palpitaciones. En su forma crónica, ambas condiciones pueden ser debilitantes”, explicó Beatriz Canessa, psicóloga, docente y jefa del Departamento de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Lima.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, a diferencia de los cambios comunes de ánimo, la depresión tiende a prolongarse, afectando profundamente la funcionalidad de quienes la padecen.

Factores de riesgo

Beatriz Canessa identifica los principales factores de riesgo asociados a estas afecciones:

  1. Genéticos y familiares: Antecedentes de trastornos emocionales, predisposición genética, estilo de crianza y situaciones adversas.
  2. Ambientales: Estrés crónico, eventos traumáticos y cambios significativos en la vida.
  3. Psicológicos: Baja autoestima, perfeccionismo, autocrítica, consumo de sustancias y preocupación excesiva.
  4. Biológicos: Desequilibrios químicos en el cerebro, enfermedades crónicas y abuso de sustancias.
  5. Socioculturales: Aislamiento social, falta de apoyo y discriminación por género, raza o condición socioeconómica.
  6. Demográficos: Más comunes en jóvenes adultos y personas mayores; las mujeres son más propensas, aunque los hombres presentan síntomas más severos.

Señales de advertencia

La especialista menciona señales clave que pueden ayudar a identificar casos de depresión o ansiedad:

  • Tristeza constante, irritabilidad o desesperanza.
  • Aislamiento social y pérdida de interés en actividades antes disfrutadas.
  • Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
  • Fatiga crónica, dolores inexplicables, cambios en el apetito o trastornos del sueño.
  • Ansiedad excesiva y preocupación constante.
  • Pensamientos suicidas o conductas de autolesión.
  • Cambios en hábitos como consumo excesivo de alcohol o abandono de rutinas.

Consejos para el bienestar

Canessa recomienda actuar con empatía al identificar señales de alerta, ofreciendo apoyo emocional y fomentando la búsqueda de ayuda profesional. “El autocuidado es clave, con ejercicio regular, descanso adecuado y una dieta balanceada. También es importante evitar estigmatizar a las personas por sus dificultades emocionales”, afirmó.

La especialista sugiere integrar prácticas como meditación, relajación, rutinas diarias estructuradas y la autocompasión para mejorar el bienestar emocional. “La intervención temprana y un sistema de apoyo sólido son esenciales para prevenir el agravamiento de los síntomas y promover la recuperación”, concluyó.

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