Según la Organización Mundial del Derrame Cerebral (WSO), el derrame cerebral es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. La WSO afirma que una de cada cuatro personas sufrirá un derrame cerebral en su vida y que cada año más de 12 millones de personas en todo el mundo tienen derrames cerebrales. Sin embargo, agregan que el 90% de los derrames cerebrales son prevenibles al abordar un pequeño número de factores de riesgo responsables de la mayoría de los derrames.
El Dr. Andrew Russman, director Médico del Centro Integral de Derrames Cerebrales de Cleveland Clinic, ofrece consejos sobre cómo reducir el riesgo de derrame cerebral al gestionar de manera más efectiva las condiciones de salud existentes y también a través de la implementación de cambios en el estilo de vida. “Estos consejos están interrelacionados, ya que la mayoría de los cambios en el estilo de vida mencionados también desempeñan un papel en la mejora del manejo de la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes, que aumentan el riesgo de derrame cerebral”, señala el Dr. Russman.
- Reduzca la hipertensión: La hipertensión no controlada, es decir, la presión arterial que es consistentemente superior a 130/80, es el factor de riesgo modificable más importante en los derrames cerebrales a nivel mundial, según el Dr. Russman. Además de los medicamentos, un paso importante para reducir la presión arterial es reducir la ingesta de sal, lo cual es recomendado por el Dr. Russman, incluso si no se tiene presión arterial alta. “Recomendamos consumir no más de 2 gramos de sal al día. Aconsejo a mis pacientes que revisen las etiquetas de los alimentos y los sitios web nutricionales para conocer los niveles de sodio, ya que su ingesta suele ser mucho más alta de lo que se imaginan”, agrega.
- Tenga cuidado con la diabetes: Es importante hacerse pruebas de diabetes y, si se diagnostica, manejar la afección de manera adecuada, según el Dr. Russman. Explica que la diabetes causa estrechamiento de los vasos sanguíneos pequeños, medianos y grandes del cuerpo, incluidos los vasos de los ojos, los riñones, el corazón y el cerebro. Debido a esto, la diabetes puede contribuir a una variedad de problemas vasculares, cardiovasculares y cerebrovasculares, incluido el derrame cerebral. Además, para los pacientes que han sobrevivido a un derrame cerebral, el riesgo de sufrir un segundo derrame es tres veces mayor en aquellos cuya diabetes no está controlada. El especialista afirma que, como parte de su plan de tratamiento, las personas con diabetes deben hacer que su condición sea monitoreada a través de pruebas de HbA1C, que proporcionarán una instantánea de tres meses de su control de azúcar en la sangre. “Recomendamos que estas personas apunten a un resultado de HbA1C de 7.0 o menos. Tomar la medicación recetada correctamente, controlar su dieta, hacer ejercicio regularmente y seguir las recomendaciones de su proveedor de atención médica les ayudará a lograrlo”.
- Aborde la fibrilación auricular: La WSO afirma que la fibrilación auricular está asociada con uno de cada cuatro derrames cerebrales, y Russman señala que estos derrames tienden a ser más graves y des capacitantes que los derrames asociados con otros factores de riesgo. “La fibrilación auricular es una afección del ritmo cardíaco caracterizada por latidos cardíacos muy rápidos que no permiten que la parte superior izquierda del corazón, la aurícula izquierda, se contraiga normalmente. En su lugar, fibrila y se agita, por lo que la sangre no se eyecta normalmente desde la cámara”, explica. “Cada vez que la sangre permanece quieta durante demasiado tiempo, puede formar un coágulo que puede viajar a otras partes del cuerpo. Este coágulo podría causar un derrame cerebral al bloquear un vaso sanguíneo en el cerebro, privándolo de oxígeno y nutrientes”. El Dr. Russman dice que la fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco adquirido más común en adultos mayores, y su riesgo asociado está fuertemente relacionado con la edad. “Cuanto más viejo sea uno, mayor será el riesgo de adquirir la afección, pero también mayor será el riesgo de derrame cerebral asociado con la afección”, dice. “Se estima que hasta la mitad de todos los pacientes con una afección del ritmo cardíaco no son conscientes de ello. Sin embargo, una vez diagnosticada, la fibrilación auricular se puede tratar con medicamentos anticoagulantes. Estos conllevan algunos riesgos, pero los beneficios superan con creces estos riesgos en la gran mayoría de los pacientes”.
- Controlar los niveles de colesterol: Además de reducir los altos niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL) o colesterol “malo” a través de la dieta, por ejemplo, evitando las grasas saturadas, es posible que a las personas se les receten medicamentos estatinas que reduzcan el riesgo futuro de ataques cardíacos y derrames cerebrales. El especialista dice que estos medicamentos, en particular la rosuvastatina y la atorvastatina, pueden beneficiar a los pacientes más allá de simplemente reducir los niveles de colesterol, ya que también parecen reducir la disfunción y estabilizar la acumulación de placa en los vasos sanguíneos.
- Dejar de fumar: “Cualquier tipo de tabaquismo se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y derrame cerebral, y está fuertemente relacionado con el endurecimiento acelerado de las arterias y el estrechamiento de los vasos sanguíneos en el cerebro, el corazón y en otras partes del cuerpo”, dice el Dr. Russman. “Por lo tanto, recomendamos encarecidamente que todos dejen por completo cualquier forma de consumo de nicotina para reducir significativamente su riesgo a largo plazo para una multitud de enfermedades”.
- Adoptar un estilo de vida saludable: Russman recomienda seguir un plan de alimentación bajo en grasas saturadas y sodio, y evitar el consumo de alcohol y cafeína en exceso. La actividad física regular también es importante, ya que puede reducir el riesgo de derrame cerebral directamente, pero también de manera indirecta, ya que ayuda a reducir la presión arterial alta y los niveles de azúcar en sangre. El ejercicio también puede ayudar a reducir el estrés, al igual que otras actividades como la meditación o la respiración profunda, lo cual es importante, ya que el estrés hace que el cuerpo libere sustancias químicas que pueden aumentar la presión arterial, afectar las hormonas y elevar los niveles de azúcar en sangre, según el Dr. Russman.
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