Teenage girl doing her skin care routine in the room.
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Cada mes, muchas mujeres experimentan el mismo problema: la aparición de granos y espinillas justo antes o durante su período menstrual. Este fenómeno se debe a los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo durante este tiempo y, sumado con la sintomatología física y emocional presente durante el ciclo, puede generar especial preocupación en el día a día de adolescentes y adultas.

Claudia Cuba, especialista en belleza de , nos comparte algunos consejos útiles para gestionar esta reacción natural:

  • Mantén tu piel aseada: Lavarse la cara dos veces al día con un limpiador suave y sin aceite puede ayudar a eliminar el exceso de sebo y las impurezas de la piel. Además, se sugiere evitar tocarse el rostro con las manos sucias, siendo importante el lavado frecuente de manos.
  • Usa un exfoliante suave: Un exfoliante suave puede contribuir con la eliminación de las células muertas de la piel y atenuar la obstrucción de los poros. Sin embargo, debemos tener cuidado de no exfoliarnos demasiado, ya que la piel puede irritarse. En ese sentido, y para identificar los productos que conformarán nuestras rutinas de higiene facial y la periodicidad de su uso, siempre debemos considerar la recomendación de un dermatólogo.
  • Bebe mucha agua: Mantenerse hidratada es esencial para una piel sana. Beber al menos ocho vasos de agua durante el día ayudará a eliminar las impurezas del cuerpo y mejorar la apariencia de la piel.
  • Evita el maquillaje pesado: Un exceso de maquillaje puede obstruir los poros y afectar el estado de la piel. Si se hace necesario usar maquillaje, se sugieren productos que no sean comedogénicos, es decir, aquellos que obstruyen los poros y aumentan la producción de sebo. Para reconocer cuáles son y evitarlos, considerar que contienen aceites pesados, siliconas, fragancias, alcohol. En este proceso, es importante leer las etiquetas de los productos que utilizamos, para conocer su composición, y consultar con un especialista.

Es importante recordar que cada piel es distinta, por lo que acudir regularmente a un dermatólogo ayudará a identificar el tratamiento idóneo para nuestro rostro, más allá de los cambios experimentados durante el ciclo menstrual.

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