Microorganismos que se comparten en un beso

Las muestras de afecto, como los besos en la boca, no tienen contraindicaciones si se producen en un contexto de amor sano, es decir, si le ofrecemos a nuestra pareja microorganismos probióticos que no van a afectar su buena condición de salud. Pero ¿cuándo debería ser preocupante un beso? Para Juan Rodríguez Tafur, médico inmunólogo, a veces, simplemente nos dejamos llevar pensando que solo se comparte amor con un ósculo, pero ignoramos que son también una forma fácil y eficiente de diseminar enfermedades infecciosas, lesiones y virales.

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El experto precisa que se distribuyen hasta 80 millones de bacterias, que se alojan en la saliva con un beso de 10 segundos. “En los adultos, la comunidad de bacterias es mayor que la de un niño. Se va modificando según el estilo de vida, de los alimentos que ingieren, si se toma algún medicamento, si conserva una buena salud bucal y hasta la genética influye”, explica.

LA VÍA DE CONTAGIO

Rodríguez Tafur menciona que cuando besamos a alguien, la acción deglutoria de la lengua permite que la saliva contaminada llegue hasta la garganta. Desde allí, penetra al organismo y produce infecciones, como la mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso), causada por el virus del Epstein-Barr (EBV), y el citomegalovirus (CMV). Aunque también existen bacterias, como por ejemplo el estreptococo, que pueden adherirse a la superficie interior de las mejillas, la boca, la lengua o los dientes. Estas últimas causan infecciones de las encías y de la garganta (amigdalitis).

Asimismo, los microbios de la saliva pueden esparcir al tracto respiratorio y causar enfermedades de las vías respiratorias altas. “Dentro de las múltiples vías de infección conocidas, encontramos la transmisión oral, como el herpes, que es contagioso en todas las etapas, pero principalmente cuando se encuentran ulceradas y con drenaje de líquidos. Se puede adquirir a través del beso, pero puede diseminarse por compartir utensilios”, añade.

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El médico aclara que existen múltiples enfermedades, pero las que están más propensas a padecerlas son las personas deshidratadas, con las defensas bajas o con niveles deficientes de ciertos nutrientes. “Acudamos al médico cuando presentemos signos generales de infección (principalmente fiebre, malestar general y decaimiento) que persistan por más de tres días. También es importante ir cuando se acompañen de otros síntomas como erupciones, sangrados, cambios de coloración en la piel, entre otros”, resaltó Rodríguez.

CUÁNDO HACE BIEN

Muchos microorganismos aportan beneficios en la boca porque no permiten que puedan colonizar patógenos, incluso ayudan con la digestión y mantienen alerta al sistema inmunitario. Rodríguez Tafur indica que compartir microbiota puede tener efectos anticaries, siempre y cuando sea nuestra propia pareja. “No todo es malo, porque el ecosistema que vive en nuestro cuerpo se acostumbra a la saliva, boca y otras bacterias buenas de nuestro ‘compañero’; sin embargo, si está cambiando de relación constantemente, sí está demostrado que se transmiten males, entre ellos periodontales”, afirma.

Otro beneficio de darse un beso con la pareja es que también produce vasodilatadores que ayudan a regular la presión arterial, elimina los dolores de cabeza, aumenta las hormonas de la felicidad, entre otros.

NO RENUNCIE

El experto en salud pública Marco Almerí comparte las afirmaciones de Rodríguez Tafur y subraya que, debido a la pandemia por la COVID-19, muchas personas se han replanteado tener una pareja estable y que sus demostraciones de amor y sexualidad les permitan evitar ponerse en riesgo. “El miedo al contagio puede ser una limitante para que ya no haya tanta exploración a diversas relaciones.

Esto se basa además en que no renuncie en darle un beso al ser amado, por el contrario, involucrarse más y cuidarlo física y emocionalmente”. aclara. Almerí aconseja, antes y después de dar una expresión de amor, lavarse las manos, no tener contacto sexual con personas nuevas, así como usar responsablemente la mascarilla en la calle.