Alimentación deficiente provoca anemia. Los primeros 2 años de vida son los más importantes para un buen desarrollo.   (Foto: iStock)
Alimentación deficiente provoca anemia. Los primeros 2 años de vida son los más importantes para un buen desarrollo. (Foto: iStock)

Marcar hábitos saludables desde la infancia y, por qué no, desde el primer trimestre del embarazo, es lo que va a ayudar a prevenir enfermedades en la persona adulta y en la tercera edad.

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A propósito del Día Mundial de la Salud, que se conmemora el 7 de abril, Jessica Álvarez, pediatra de la clínica Ricardo Palma, explica que una vida sana no se empieza desde los 3, 4 o 5 años, sino desde los primeros mil días de vida de un ser humano, es decir, desde que es concebido. Luego viene la lactancia materna que contiene anticuerpos y combate las infecciones.

”Primero es importante reconocer que la madre gestante debe evitar consumir altas dosis de azúcar, grasas saturadas o comida chatarra, porque puede dañar la flora o microbiota intestinal del menor. Una mala alimentación que no provea los nutrientes claves ocasiona un nacimiento prematuro, una diabetes gestacional o aflorar con el tiempo en el menor, obesidad, hipertensión, males cardiacos, etc.”, señala la experta.

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Pero ¿cómo debe ser la alimentación desde la infancia? La especialista aconseja que no deben faltar los alimentos básicos que contengan proteínas, verduras, frutas, carbohidratos y, principalmente, el agua para hidratarse.

“Según la edad y desde los 6 meses, se recomienda comer papillas de zapallo, hígado, carne blanca y otros derivados. Entre 1,2 o 3 años, pescado, palta, granos andinos, cereales, hígado, sangrecita y más. Los embutidos, grasas o snacks deben ser ocasionales, pero a partir de los 5 años”, sugiere Álvarez.

EVITE LA ANEMIA

La pediatra señala que muchos padres de familia malacostumbran a sus hijos a que, si no quieren comer, no lo hagan y para suplir esos nutrientes los hacen consumir los conocidos suplementos.

“No hay nada que complemente a una rica olla de comida balanceada. Si los menores no se alimentan pueden padecer de anemia y eso favorece a un retraso cognitivo y de crecimiento, cansancio físico y mental”, indica. Manifiesta que, si bien las verduras, frutas u hortalizas aportan vitaminas, minerales y fibra vegetal, es recomendable consumirlas en ensaladas y no en jugos porque el aporte es menor.

NUNCA ES TARDE

Al respecto, Julio Cachay, médico internista, menciona que nunca es tarde para empezar a cambiar los malos hábitos y más en esta época de pandemia y exhorta a los adultos y de la tercera edad a tener un plan nutricional saludable, empezar a moverse al menos 30 minutos, disminuir el consumo de sal y tener un pasatiempo para cuidar su salud mental.