Hoy en día es muy común incorporar las gaseosas, jugos procesados y bebidas alcohólicas en nuestra dieta diaria. Si bien existen diversas advertencias sobre lo que podría pasarnos si las consumimos a diario, ¿realmente sabemos qué le pasa a nuestro cuerpo cuando lo hacemos?
“Algo que debemos tener en cuenta es que no solo existe una asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso. También influye mucho la edad en que iniciamos el consumo de estas, lo que juega un rol relevante en nuestra salud”, indicó la Dra. Giovanna Valdespino, jefa de Programas Preventivos de Sanitas, quien nos brinda cuatro riesgos a lo que nos exponemos.
- Ser más vulnerable a adquirir ciertas enfermedades, como la obesidad y la diabetes tipo 2, que son las más conocidas. Sin embargo, también puede sufrir enfermedades cardíacas o gota.
- Los niños tienen un mayor riesgo a ser obesos, pues según la Boston Public Health Commission, con cada bebida azucarada adicional que consume diariamente, el riesgo de que un niño sea obeso aumenta en un 60%.
- Podría desarrollar problemas dentales, sobre todo si es un niño. Debido a las altas cantidades de azúcar y otros componentes, los menores pueden tener mayores problemas de salud dental, como las caries.
- Aumentar de peso, pues beber 600 ml de bebidas azucaradas al día puede ocasionar un aumento de hasta 11 kilos extras al año.
La mejor forma de mantenernos hidratados es consumiendo al menos 2 litros de agua al día; si nos provoca un dulce, lo mejor son las frutas. Se aconseja que no debemos consumir más de 50-60 gramos de azúcar en los adultos y 30-35 gramos en niños.