Los más comunes fueron relacionados a ansiedad, depresión y trastornos emocionales en niños y adolescentes.
Los más comunes fueron relacionados a ansiedad, depresión y trastornos emocionales en niños y adolescentes.

La salud mental es un tema complejo. Entre enero y junio de 2024, el Ministerio de Salud (MINSA) atendió a más de 900 mil casos de trastornos mentales y problemas psicosociales en Perú, siendo los más comunes la ansiedad (25%), la depresión (15%) y los trastornos emocionales en niños y adolescentes (14%). Por ello, en el país se han implementado diversos programas para fortalecer la salud mental, como centros de salud comunitarios, la línea de Infosalud (113) y apoyo psicológico en el programa contra la violencia hacia la mujer. Además, se ha incorporado la figura de psicólogos en las escuelas para abordar el acoso escolar y se han desarrollado políticas de inclusión social de cara a ello.

Precisamente, este 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental, que busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental como un componente esencial para el bienestar integral del ser humano. En el marco de esta conmemoración, el profesor de la facultad de Ciencias de la Salud y Psicología en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Alvaro Hinostroza, destaca 4 áreas que pueden indicar que una persona requiere de asistencia psicológica profesional:

  1. A nivel conductual: se manifiestan señales como aislamiento, pérdida de interés en actividades habituales, cambios en la alimentación y fatiga.
  2. En términos emocionales: se pueden presentar sentimientos frecuentes e intensos de tristeza, así como episodios de alegría desmedida. Además, es común experimentar preocupaciones sobre situaciones futuras.
  3. A nivel cognitivo: se pueden presentar problemas para reconocerse, ubicarse en el tiempo, concentrarse, expresarse o recordar situaciones, así como pensamientos negativos, pesimistas o catastróficos persistentes o incómodos.
  4. En el ámbito físico: pueden externalizarse los síntomas de ansiedad o estrés en el cuerpo, como taquicardia y presión en el pecho. También es común experimentar problemas estomacales y afecciones en la piel.

“Es fundamental prestar atención a estas alertas cuando comienzan a afectar nuestra vida cotidiana. Debemos ser conscientes que, si estos síntomas se intensifican o se vuelven más frecuentes, es un claro indicativo de que necesitamos acudir a un especialista”, enfatiza Hinostroza.

Por otro lado, el docente recuerda que somos seres biopsicosociales y ofrece ciertas recomendaciones clave para fomentar el cuidado preventivo de la salud mental:

  • Desde el ámbito biológico: esto incluye hacer actividad física, dormir las horas adecuadas, descansar y mantener una alimentación saludable.
  • En el aspecto psicológico: es importante intentar encaminar las actividades diarias con lo que realmente nos agrada para estar motivados a establecer metas y esforzarnos por alcanzarlas. Es valioso sentirnos útiles y con un propósito.
  • Desde la perspectiva socio emocional: es esencial vincularse con personas que nos brindan validación y soporte cuando sea necesario.

Contar con personal calificado es esencial para prevenir trastornos mentales y promover el bienestar psicológico, ya que la atención especializada permite abordar problemas antes de que se agraven. El apoyo de amigos y familiares también juega un papel crucial, creando entornos saludables que fomenten la búsqueda de ayuda profesional.

Ante ello, Hinostroza destaca la relevancia de proporcionar “primeros auxilios psicológicos”. Esta intervención, no tiene la intención de convertir a familiares o amigos en terapeutas, sino de ofrecer una atención inicial que busque estabilizar a la persona para que pueda recibir ayuda especializada. Mediante escucha activa, calma y predisposición podemos conectar con la persona y transmitir la paz que necesita para que pueda recuperar control sobre sí mismo. No se trata de curarlo, solo de ponerlo a buen recaudo mientras se solicita la ayuda.

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