Algunos problemas comunes pueden no ser detectados a tiempo, señala el especialista.
Algunos problemas comunes pueden no ser detectados a tiempo, señala el especialista.

En la salud infantil, la detección temprana y el tratamiento oportuno de condiciones urológicas son esenciales para prevenir complicaciones futuras. Sin embargo, muchos padres desconocen cuándo es necesario acudir con un especialista.

El Dr. Luis José Orbegoso Celis, urólogo pediátrico de la Clínica Stella Maris, recalca la importancia de que estos casos sean tratados oportunamente. Algunos problemas comunes pueden no ser detectados a tiempo. “Un mal diagnóstico puede derivar en enfermedades más graves como los problemas renales, donde un riñón se ve gravemente afectado si no se trata de manera oportuna”, explica el especialista.

Ante el desconocimiento de los padres sobre las complicaciones que pueden derivar de los problemas urológicos en los niños, el Dr. Orbegoso da a conocer las principales enfermedades o condiciones que pueden presentar sus hijos: testículo no descendido o criptorquidia, una afección en la que uno o ambos testículos no bajan al escroto; dilataciones renales, que ocurren cuando el riñón se dilata por la acumulación de orina y la fimosis, cuando el orificio del prepucio es demasiado estrecho para dejar salir al glande. También está la hidrocele, que se genera cuando se acumula líquido alrededor del testículo; enuresis nocturna, que es la micción involuntaria durante la noche, y trastornos miccionales, que implican dificultades o alteraciones en el control de la orina.

Asimismo, el trauma genital en niños es común en deportes de contacto como fútbol, baloncesto o ciclismo. Aunque el escroto protege al testículo al absorber gran parte del impacto, golpes severos pueden causar lesiones que requieran atención médica. Se debe evaluar con el pediatra en una primera instancia.

Medidas de prevención o control

Desde el primer mes de vida, algunas condiciones deben ser monitoreadas de cerca. Por ejemplo, en el caso del testículo no descendido, lo ideal es corregirlo como máximo antes de los 18 meses. Si se trata de una dilatación renal, los controles deben ser constantes desde el primer mes. Otras condiciones, como la fimosis, pueden esperar hasta los 4 años.

Finalmente, el Dr. Orbegoso ofrece algunas recomendaciones para los padres para prevenir posibles problemas urológicos en los niños:

  • Revisión constante: Asegúrate de que el niño sea revisado regularmente por el pediatra y si se detecta alguna anomalía urológica, no dudar en pedir una segunda opinión con un especialista.
  • Confianza y comunicación con los niños: Muchos niños no comentan a sus padres sobre problemas en sus genitales por vergüenza o temor. Se debe fomentar un ambiente de confianza para que los hijos puedan expresar cualquier molestia sin miedo.
  • No ignorar los síntomas: Cualquier dolor en la zona genital, hinchazón o dificultad para orinar debe ser motivo de consulta inmediata. Las señales tempranas son clave para un diagnóstico oportuno y efectivo.
  • Atención a los antecedentes familiares: Si existen precedentes en la familia de problemas urológicos como cálculos renales, enuresis o malformaciones, es importante que lo menciones al pediatra para estar atentos a posibles problemas del niño.

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