El amor y el compromiso con las causas justas son las claves. El amor, sobre todo. En la novela “De amores y fantasmas”, el amor es un sentimiento que trasciende la vida terrenal.
El amor y el compromiso con las causas justas son las claves. El amor, sobre todo. En la novela “De amores y fantasmas”, el amor es un sentimiento que trasciende la vida terrenal.

¿Recuerdan El Señor de los Anillos? En el volumen “Las dos torres”, Samwise Gamgee, el hobbit más conocido como Sam, en uno de los pasajes afirma lo siguiente: “El mundo está lleno de peligro, y en él hay muchos lugares oscuros; pero aún hay muchas cosas que son justas, y aunque en todas las tierras el amor ahora se mezcla con el dolor, quizás sea mayor el amor”.

VER MÁS: Cromwell Castillo, poeta, artista plástico y diseñador gráfico: “La literatura me salvó la vida”

Esta reflexión que hace Sam sobre la esperanza y la lucha contra la oscuridad (mientras conversa con Frodo) parece ser el pensamiento eje que ha dado lugar a la novela “De amores y fantasmas”, publicada en marzo del presente año por el escritor hispano-peruano Alberto Casado Alonso.

De amores y fantasmas

En esta novela, la trama gira en torno a la muerte de Cristóbal, como consecuencia de la agresión que sufrió al tratar de defender a su enamorada de un intento de violación. Pero ese terrible dolor no culmina con la muerte. El amor y el ejercicio de la justicia trascienden la vida física.

En su estado de agonía y de tránsito a la muerte, Cristóbal sigue “protegiendo” a Diana (su enamorada). ¡Ningún degenerado volverá a salirse con la suya!, parece decirnos. Allí está él para cuidarla y defenderla. Tendrá que aprender, eso así, cómo hacerlo, pues su nuevo estado le obliga a actuar de otro modo (¿fuerza enigmática?).

Gracias a estos fantásticos hechos, el lector viajará por los límites de la vida y de la muerte y, luego, por el mundo de los espíritus. Para Alberto Casado, “los lectores están cansados de la vida cotidiana y necesitan hacer volar su imaginación hacia otros mundos”.

PUEDE LEER: Conflictos emocionales en la poética de Hilsa RodríguezAngel Fidel Velásquez y las correrías de su último zorro

Fantasías y realidades

No obstante, desde mi punto de vista, la lectura no solo constituye un escape fugaz a la realidad tan agobiante que vivimos (inseguridad y violencia, principalmente). Además del “escape” que puede ofrecernos un mundo de fantasía, “De amores y fantasmas” también nos encara, con mucha sutileza, esta violenta realidad.

“Así es”, nos dice Alberto Casado. “Quería reflejar, en esta obra, la dramática realidad que se vive en Perú y en otros países (especialmente en el ámbito escolar y universitario). La inseguridad y la violencia nos desbordan ante la inactividad de las autoridades y de las fuerzas de seguridad. He querido transmitir una señal de alerta a la sociedad”.

En este sentido, el cultivo del género fantástico es un modo particular de revelar la realidad y de cuestionarla. En esta entretenida novela, los asesinos de Cristóbal no cesan en sus crueles afanes de destruir la honra de Diana (y con ello destruir al ser humano). Pero, es el protagonista quien, en su estado de espíritu errabundo, cuida a su amada e incluso ejerce la defensa física y toma la justicia por sus propias manos.

LEER AQUÍ: Angel Fidel Velásquez y las correrías de su último zorro

Reflexiones y cuestionamientos

Y es aquí cuando el lector puede cuestionar el planteamiento de la novela y cuestionarse también: ¿en esta sociedad violenta, insegura y plagada de impunidad, ¿corresponde al ciudadano tomar la justicia por sus propias manos?

“El personaje de Cristóbal podría ser cualquiera de nosotros”, dice Alberto Casado. “Con su comportamiento como espíritu he tratado de hacer ver al lector que tomarse la justicia por propia mano no es lo más acertado. Intento que el lector piense en lo bueno y lo malo y vea si es aplicable a su situación personal o a la de las personas de su entorno. Muchas de las decisiones de Cristóbal pueden estar erradas, pero ¿cómo actuaría el lector en circunstancias similares?”.

El cuestionamiento no queda allí, pues esto no solo ocurre en el mundo terrenal; también se presenta en el mundo de los espíritus. La cualidad de Cristóbal pervive más allá de la vida y obliga a que los “espíritus buenos y justos” asuman esa necesaria actitud.

No obstante, más allá del efectismo que se pueda lograr ante el lector, es necesario compartir las cuestiones que nos revela la novela. Coincido con el autor en que el género fantástico es “idóneo para cuestionarnos acerca del mundo en el que vivimos, pues nos permite imaginarnos una sociedad más justa”.

VER MÁS: Jorge Flores: El vuelo del Kende y otros cuentos

El amor, el amor, el amor

Sin embargo, ¿podemos mejorar esta realidad leyendo libros del género fantástico? “Seguramente, no —nos dice Alberto Casado—, pero sí nos servirá para alejarnos de los problemas y para tratar de reconducir nuestra vida hacia actitudes más positivas”.

Amor y compromiso con las causas justas parecen ser las claves, desde la perspectiva de la novela. El amor, sobre todo. En “De amores y fantasmas” el amor es un sentimiento que trasciende la vida terrenal. ¿Es posible el amor en el plano inmaterial o espiritual? ¿Podrían enamorarse dos espíritus que no se hubiesen conocido cuando estaban vivos?

En la literatura, todo es posible. Y, en el género fantástico, con mayor razón. “Partiendo de la hipótesis de que el alma ‘migre’ del ámbito terrenal al espiritual, sí sería posible”, afirma Alberto Casado. “Supongo que los conocimientos y sentimientos del fallecido quedan perennes en el alma, por lo que podría seguir amando del mismo modo en un plano distinto”, remarca.

Decía la extinta escritora española Ana María Matute: “Siempre he creído, y sigo creyendo, que la imaginación y la fantasía son muy importantes, pues forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida.” Cuánta razón tiene aún Ana María. ¡A leer se ha dicho!

LE PUEDE INTERESAR

TAGS RELACIONADOS