Los Claustros de la Compañía de Jesús guarda un importante hecho en la historia de Arequipa, pues antiguamente funcionó como el Colegio Jesuita “Santiago”, considerado uno de los espacios educativos más antiguos de la Ciudad Blanca. Años después se ordenó la expulsión de los jesuitas, quienes administraban la escuela, terminando la formación de los alumnos.
A solicitud del obispo Chávez de la Rosa, parte de los Claustros pasaron a ser hospicio de niños huérfanos. Tras crearse la Beneficencia Pública de Arequipa, esta institución se hizo cargo de dicho residencia.
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Los Claustros constan de dos patios grandes con arquerías y otro tercero más pequeño. El primero destaca por su estilo barroco, el cual es la atracción de los turistas locales y extranjeros, quienes no dudan en tomar fotografías. Hoy en día, los Claustros son ocupados por negocios afines a la actividad turística, como restaurantes, artesanías, etc.
Un hecho relevante que forma parte de la historia arequipeña es que antiguamente funcionó el colegio Santiago, el cual empezó en 1583, terminó con la construcción de la iglesia de la Compañía en 1962 y estuvo siendo administrado por los jesuitas hasta 1773, año en que fueron expulsados, según el arquitecto William Palomino.
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En el claustro mayor se encuentra la imagen de San Ignacio de Loyola, quien fundó la Compañía de Jesús en 1540, curiosamente en el mismo año de fundación de Arequipa. Además, se muestra al representante de la orden, Francisco Javier, y cerrando el claustro está la imagen aparentemente del Niño Jesús.
“Era un lugar donde se daba la educación a los hijos de los españoles en cursos de secundaria y primaria. Las pilastras son especiales porque en la parte inferior comienza esta especie de enredadera, sigue un fruto local, la imagen de una concha, la piña y un querubín. Cada columna tenía un tratamiento y le daba un prestancia singular al espacio que ahora está de color blanco, pero en la antigüedad era decorado con multicolores. Antes lugares de formación”, explicó.
