Cromwell Castillo transmite mensajes de realidad y esperanza a los lectores, quienes también escuchan sus testimonios que expresan su sensibilidad artística y búsqueda de la escritura.
Cromwell Castillo transmite mensajes de realidad y esperanza a los lectores, quienes también escuchan sus testimonios que expresan su sensibilidad artística y búsqueda de la escritura.

Cromwell Castillo Cabrejos (Motupe, Lambayeque, 1981) es poeta, artista plástico y diseñador gráfico. Fue fundador del Grupo Literario “Signos”. Publicó “Agua” y “Transfiguración o el sonido” —incluidos en “Signos” (2007)—; “¿Dónde acaso es camino?”, inserto en “Demolición de los reinos” (2010); “Estética de las revelaciones” (2011) y la plaquette “Fuego” (2010). Integró el “Cuervo Iluminado”, colección de poesía peruana (2010); “Rito verbal, muestra de poesía peruana 2000 – 2010″ (2011); “Me Usa. Brevísima antología arbitraria Perú–Uruguay” (2012) y “Circo de pulgas. Antología de la minificción peruana” (2012). La municipalidad de Lima reeditó digitalmente “Estética de las revelaciones” (2022) y en el 2023 el Movimiento Cultural Internacional “Ergo”, en España, publicó su libro “Divina extinción”. Sus creaciones se han difundido en revistas nacionales y del extranjero, y han sido traducidas a muchik, quechua, francés y portugués.

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Gestor claro y potente

Cromwell Castillo transmite mensajes de realidad y esperanza a los lectores, quienes también escuchan sus testimonios que expresan su sensibilidad artística y búsqueda de la escritura, que, con belleza, expresa contenidos fundamentales. Escribe con vocación y convicción. Lo hemos escuchado declarar: “La literatura me salvó la vida”. Consciente de su gestión cultural ha declarado: “En poesía, existe el verdadero poeta y el pendejo; el primero es el honesto que batalla contra los molinos de viento y las modas y demás líneas de fuerza que arrastran a horneadas de poetas al barranco de la mediocridad y la repetición ad infinitum. Y el pendejo es el que se respalda con las argollas, el amiguismo, los letratenientes y la ‘alcahuetería literaria’, casi siempre carecen de talento y buscan el grupo o la mancha para avanzar en masa y copar los espacios culturales y obtener alguna aprobación”. En efecto, su poesía se mantiene en permanente búsqueda de la estética. Y lo está logrando, sus libros son indispensables en una mirada panorámica y honesta de la nueva poesía peruana. Se aparta del excesivo coloquialismo, simplismo y facilismo, bajo el pretexto de que la poesía debe ser sencilla.

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Estética de las revelaciones (2022)

Castillo canta a los elementos naturales. Leamos “Agua”, fragmento 3: “Enigmática caracola:/Poesía,/donde siempre se escucha mi voz como mar enfurecido./En ti,/el agua también se agita fantasma,/desencadenando sonidos/de palabras,/que a veces,/jamás escribo”. Luego, el agua sirve para manifestar las honduras humanas. Esta conmovedora sensibilidad se siente en el fragmento 7: “Si estoy aquí,/es por el agua./¿Cómo no transfigurarla más/cuando desciende? /Esta vez/discurre desde mí/bajo la forma/de lágrimas”. El agua es vital para la supervivencia humana y los ecosistemas de los seres vivos. Apoya al trasporte de nutrientes a las células. Es la imprescindible molécula de agua formada por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno (H2O). Castillo también ha poetizado otros elementos naturales valorándolo desde su filosofía de vida.

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Divina extinción (2023)

Libro de contenido abismal, culto y de consciencia; con solvente uso del lenguaje y de estructura formal impecable. Se percibe la intencionalidad de quebrar los márgenes culturales ya caducos y fomentar nuevas temáticas lejos de la oficialidad. Con palabras decantadas y con pensamientos trasmisores del sentido consciente, asume el arte total y remece el orden. No obstante, su forma, el poeta nos recuerda que cada año nos acercamos más a las amenazas globales: fuegos solares, supernovas, explosiones de agujeros negros, disminución de la galaxia, liberación de rayos gamma, salida de volcanes, pérdida de biodiversidad, acumulación de la contaminación atmosférica, pérdida gradual de la fertilidad humana, y varios panoramas religiosos sobre el día final. Paul Guillén destaca el carácter profético de “Divina extinción” en el primer apartado titulado “Círculo de fuego”, acerca de la extinción de nuestros tiempos y específicamente de los ecocidios, y, en ese contexto, nos lega su arte poética: “Hacer fluir el poema/en medio de un mar/repleto de inmundicias”. Además, considero que en la segunda parte “Estados de coma” recobra la fe y esperanza. Léase poema “Sobreabundancia” (A mi hijo Elías Benjamín): “Reconstruyamos el pensamiento/de las aves/y la alegría vigorosa que heredamos de tu abuelo”. (p. 53). Insta a ascender en el poema “Los mojados: Dios no habita la Frontera./Está en todas partes, pero nunca en la Frontera./Ahí la identidad es proeza agazapada en monte vano./Ahí luz y tiniebla no son evasión que apriete el agobio” (p. 57).

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Inédito

Próximamente editará “Agnostos Theos, o libro del penitente”, en el cual ratificará sus contenidos y méritos de ser valuado como destacado poeta peruano. Comparto fragmento del poema “Agnostos Theos, descenso y ascensión del penitente” escribe: Cierro los ojos,/Oh, Dios, de solícita voluntad cósmica,/y no hallo otro destino que una pregunta musitada/besando mi lengua como grito insurrecto, /elevada desde el cráneo herido de mi madre/que desoye fatigada el insistente llamado del sepulcro/. Cromwell Castillo tiene elevado su canto y debemos estar atentos a su alto vuelo.

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